Los 75 hectómetros cúbicos actuales no son suficientes para la demanda de un riego completo
La escasa reserva de agua en el Luna condiciona los cultivos del Páramo
El pantano no supera el 25% de su capacidad y tiene ahora menos agua que a final de agosto
El pantano de Los Barrios de Luna tiene menos agua ahora que la última semana de agosto, cuando aún debía de hacer frente a cupos de riego. Las apreturas de las semanas que precedieron al cierre de campaña se van a trasladar al 2006, salvo que la meteorología enmiende la escasez de lluvias de aquí a la apertura de los regadíos. Los agricultores que dependen del agua del Luna, principalmente todo el Páramo Alto, afrontarán los cultivos de acuerdo con las restricciones de agua que se suponen ante una escasez de reservas similar: el embalse del Luna no supera los 75 hectómetros cúbicos de agua en la segunda semana de febrero, diez menos de los que tenía, por ejemplo, a finales de la última época estival. La presa, que contiene ahora al menos cien hectómetros cúbicos menos que en febrero del 2005, no tiene reservas suficientes para hacer frente a las demandas anuales de agua que necesitan los cultivos de maíz y remolacha -esencialmente- además de hortalizas o lúpulo que dominan en esta zona centro de la provincia leonesa. En dos décadas Los cálculos de los agricultores leoneses con explotaciones por estas zonas de dependencia del embalse de la cabecera del río Luna (además de las 16.000 hectáreas que se agrupan en torno a la comunidad del Páramo Alto se deben tener en cuenta Villadangos, Villares, Velilla, Cerrajera o Castañón) se dejan aconsejar por la experiencia de años anteriores. En los últimos 20 años, y siempre que se trate de años de sequía, es difícil hallar un registro de agua embalsada en esta presa por encima de los 200 hectómetros cúbicos (su capacidad total es de 308) durante los meses de mayo o junio, cuando la demanda de agua para regadíos comienza a crecer. Las predicciones no invitan a creer en un panorama halagüeño en los meses siguientes. Los productores agrícolas de las zonas afectadas deben decidir la carga de cultivo de regadío que asumen. Del Luna depende parte del abastecimiento de la capital leonesa, además del caudal ecológico que el año pasado ya tuvo que reorientarse para solventar los problemas de potabilidad del agua que se destina al consumo en la localidad zamorana de Benavente. El nivel de reserva puede comenzar a caer a partir de este mes para atender estos dos compromisos.