Diario de León

La entidad quiere quintuplicar sus colaboradores para extender sus actividades al Bierzo

La Asociación del Cáncer intenta lograr los 1.500 socios para nuevos programas

La organización atendió el pasado año cien personas con la unidad de cuidados paliativos

Algunas de las voluntarias de la Asociación de Lucha contra el Cáncer en la sede del Hospital

Algunas de las voluntarias de la Asociación de Lucha contra el Cáncer en la sede del Hospital

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R. Martín - león
León

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El pasado año, la unidad de cuidados paliativos de la Asociación Española Contra el Cáncer atendió a más de un centenar de pacientes. Fuera del programa quedaron casi otros tantos enfermos oncológicos a quienes, por falta de medios, la asociación no pudo atender. Acabar con este problemas es el objetivo fundamental que, para este año, persigue la organización. «Nuestro objetivo fundamental es poder extender los programas asistenciales al Bierzo. Trasladar allí todo lo que estamos haciendo en León», explica el presidente de la AECC, el doctor Serafín de Abajo Olea. Poner en marcha un programa de cuidados paliativos en esta comarca, ampliar los proyectos de voluntariado y prevención primaria o las campañas de ayuda son los fines que se ha marcado la asociación pero para poder cumplirlos necesita socios, personas que ayuden a financiar la organización y que también estén dispuestos a colaborar con su tiempo. La asociación, una de las más reconocidas por su labor en la provincia, cuenta actualmente con algo más de trescientos socios pero para poder ejecutar todas sus acciones necesitaría «multiplicar por cinco» el número de colaboradores, explican. Serafín de Abajo indica que «a pesar de ser una asociación con tantos programas, el número de socios es relativamente pequeño y sólo gracias a unos programas puntuales y las ayudas institucionales se puede hacer frente al coste de organización». El programa de cuidados paliativos es el más conocido de la asociación; creado en 1997 en colaboración con la sanidad pública, atiende a pacientes oncológico en fase avanzada o terminal con el objetivo de controlar la sintomatología física, psicológica y social que presentan y mejorar su calidad de vida y la de sus familia. El pasado año el programa atendió a 104 enfermos, 61 de ellos de nueva inclusión. Esto obligó a más de 1.400 visitas a enfermos que efectuaron el médico Manuel Carlos Fernández, la enfermera María José Huerga y el psicólogo José Antonio Pérez de Abajo. Programas de apoyo La prevención primaria, el apoyo psicológico al enfermo de cáncer y su familia, el programa «Vivir como antes» (enfocado a mujeres operadas de cáncer de mama) y distintos planes de deshabituación tabáquica constituyen el grueso de los programas de apoyo psicológico que efectúa la asociación. En el primero, el fomento de los hábitos de vida saludable y la eliminación de las rutinas que generan riesgos oncológicos son esenciales. «Intentamos complementar y ayudar en las áreas que al no ser meramente asistenciales no cubre totalmente la sanidad pública», indica el presidente. La prevención pasa por el fomento de los hábitos de vida saludable y la eliminación de las rutinas que generan riesgos oncológicos. Campañas específicas contra el abuso de alcohol y tabaco, la exposición solar o la alimentación saludable jalonan la actividad de la asociación. La intervención se centra en tres momentos distintos, explican, antes, durante y después de la intervención o el tratamiento. Las áreas objeto de intervención hacen referencia a las distintas situaciones del enfermo en el proceso oncológico que van desde las repercusiones del impacto del diagnóstico, pasando por la fase de intervención y posteriores tratamiento a las recaídas o la fase terminal. Finalmente, con la familia se actúa sobre el proceso de duelo y la asimilación de la pérdida», resumen los responsables. Sólo el pasado año, la unidad de apoyo psicológico de la asociación atendió a más de 160 enfermos de cáncer y a sus familias en las distintas fases de la enfermedad. De su experiencia destacan que «en la mayor parte de los pacientes no se observan, como característica general, problemas psiquiátricos o cuadros psicológicos sino más bien trastornos de adaptación». El voluntariado, establecido en el Hospital desde 1994, cumple una tarea fundamental ya que se encarga de apoyar social y psicológicamente a los enfermos. En el caso de las mujeres operadas de cáncer, facilitan una prótesis antes de la salida del centro.

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