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La empresa asegura que la «histeria» de los últimos días ha dado paso a la sensatez institucional

MSP deberá recuperar y paralizar El Feixolín «en cuestión de pocos meses»

La Junta envía el informe y advierte de que la corta deberá restaurarse antes de ejecutar el cierre

La actividad en El Feixolín se mantendrá con normalidad hasta que el juez tome una decisión

León

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La Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) deberá llevar a cabo las labores que garanticen la seguridad tras el cierre de la explotación a cielo abierto del Feixolín y recuperar el espacio dañado en «cuestión de pocos meses», en lugar de los dos años que se habían previsto en el plan de cierre pactado inicialmente entre la empresa y la Junta de Castilla y León en el 2004. El delegado de la Junta en León, Eduardo Fernández, señaló ayer que la MSP debe preparar un nuevo proyecto de cierre de la corta, que contenga las modificaciones previstas en la sentencia y que se ajuste al nuevo informe de los ingenieros del Servicio Territorial de Minas, si así lo considera conveniente el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número dos de León. Los técnicos cerraron ayer la redacción del informe reclamado por el juez, que será entregado hoy. Según Fernández, la exposición de los técnicos de la Junta se refiere fundamentalmente a las condiciones de seguridad que deberá cumplir la explotación antes de ser abandonada, especialmente en cuestiones como el control de aguas de escorrentía para evitar embalsamientos que puedan hundir las minas subterráneas en activo bajo la explotación a cielo abierto; así como la inclinación de los talúdes. Pero el delegado de la Junta va más allá, y advierte que antes de abandonar esta explotación la empresa deberá cumplir también los compromisos en lo que se refiere a recuperación medioambiental del entorno dañado por la actividad minera. Agilización de trámites El responsable autonómico en León insistió en la agilización de los trámites para autorizar la ampliación del Feixolín y abrir una nueva corta que permita seguir trabajando a los 70 empleados de esta explotación, pero recordó que este tipo de autorizaciones no se pueden conceder a la ligera y llevan un proceso minucioso. Más rápida será, en su opinión, la resolución sobre la explotación actual, cuyo decreto de paralización inmediata quedó ayer detenido al presentar el Ayuntamiento de Villablino el incidente de ejecución de sentencia por el cual será de nuevo el juzgado el que deba decidir cómo se procede al cierre de la mina. En este caso la resolución se producirá «en pocos días», según el delegado. Mientras tanto la actividad en el Feixolín era ayer de normalidad dentro de las condiciones que la nevada que cayó sobre la zona permitía. Tras la paralización del decreto municipal ordenando detener de inmediato la actividad en la mina (firmado el lunes anterior y cuyo plazo concluyó el sábado) la empresa definía ayer la situación como «estabilizada», y se mostraba inquieta «sólo por la tramitación de la ampliación y por las condiciones para terminar razonablemente en El Feixolín». Según la MSP, esta explotación «cumple con todas las normativas comunitarias, estatales, autonómicas y municipales; y todo este lío se ha montado sólo por una irregularidad urbanística que responde a intereses muy concretos». Desde el Grupo Alonso se insiste en criticar «la histeria de los últimos días, inaceptable porque ha alarmado y puesto en peligro los puestos de 160 trabajadores»; y se advierte a los grupos promotores de la sentencia «que se hagan a la idea de que tanto el cierre ordenado como la ampliación de la corta es inevitable». La empresa asegura que la nueva explotación no afecta a ninguna de las protecciones especiales sobre entorno, osos o aves que se contemplan en la zona, y que cumple todos los requisitos para ser aprobada. MSP explica que, según contactos mantenidos ayer, ni el juez ni la Junta pretendieron «que se desatara esta crisis»; y se felicita también por «la rectificación del Ayuntamiento de Villablino» sobre un decreto que «había iniciado de mala manera». La empresa confía en «el buen criterio del juez, la Junta y el Ayuntamiento para que se recupere el clima de serenidad y se permita terminar con tranquilidad la explotación de la corta actual e iniciar al mismo tiempo la explotación de la ampliación del Feixolín, lo que garantizará el empleo y la estabilidad de la compañía».

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