El interno se negó a dejar su celda y arremetió contra la víctima cuando intentó hacerle salir
Un preso le abre la cabeza a sillazos a un funcionario, que recibe cinco puntos
El agresor, recién trasladado a Mansilla, se enfrenta a quedar en régimen de aislamiento
Un interno de la prisión de Mansilla arremetió ayer contra un funcionario del centro, a quien según fuentes penitenciarias propinó una patada y varios golpes con una silla en la cabeza. Los hechos, denunciados por el presidente nacional de Prisiones del sindicato CSI-CSIF, José Ramón García, ocurrieron en torno a las ocho y media de la mañana, cuando el presunto agresor se negó a salir de su celda y el trabajador de la prisión entró para hacerle salir, momento en que el interno lo atacó de una forma aparentemente irracional. La víctima, un funcionario veterano y con mucha experiencia en el trato con internos, sufrió una brecha en la cabeza por la que le dieron cinco puntos de sutura en la enfermería de la prisión y posteriormente fue trasladado a un centro sanitario de León con lesiones en un brazo y un dedo roto. En cuanto al presunto agresor, un interno trasladado hace apenas unos días a Mansilla desde una cárcel gallega, fue reducido por otros funcionarios y enviado al módulo de aislamiento. Fuentes de la prisión provincial explicaron que el centro ha tramitado una denuncia por atentado y agresión contra un funcionario, que instruye el Juzgado de Instrucción número cuatro de León, y el interno ha sido propuesto para seguir cumpliendo su condena en régimen de primer grado, el más severo del régimen penitenciario español que implica su aislamiento durante todo el día en un módulo especial, y que de confirmarse conllevará con toda probabilidad su traslado a otra cárcel. Sin razón aparente Las mismas fuentes señalaron que el interno no era especialmente conflictivo en cuanto a episodios violentos, lo que unido a la aparente falta de motivacón racional de la agresión de ayer hace pensar que pudo sufrir algún tipo de enajenación. El suceso fue dado a conocer en un comunicado por el presidente nacional del sector Prisiones del sindicato CSI-CSIF, José Ramón García, que aprovechó para denunciar un «incremento importante» de este tipo de agresiones que atribuye a la masificación y la falta de personal que a su juicio padecen los centros penitenciarios españoles. En su nota, CSI-CSIF calificó de «vergonzante» la oferta de empleo público para este sector en el 2006, de 881 plazas de funcionarios, ya que pese a ser la mayor de los últimos años el sindicato considera que el mínimo necesario serían 2.624 plazas, además de otras 1.210 para personal laboral (monitores y asistentes sociales, entre otros). Más cárceles y funcionarios CSIF exigió «que se acometa con la máxima premura el plan de construcción de nuevos centros penitenciarios», además de «medidas de urgencia» para ampliar la oferta de empleo o, de lo contrario, responsabilizó al Gobierno de cualquier «secuestro, agresión, motín o muerte que se produzca dentro de las prisiones». En las últimas cuatro semanas se han denunciado siete casos de agresiones -golpes, cortes con objetos punzantes o intento de abuso sexual- de internos a trabajadores de las prisiones de Almería, Granada, Jaén, Sevilla y ayer la de León.