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Compromiso hasta el último aliento

Defensor de los principios de Pablo Iglesias y de la entrega en la lucha por los derechos democráticos, llevó el socialismo y el sindicalismo como bandera durante setenta años

Un momento del homenaje ayer, en el Tanatorio de León

León

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El próximo Primero de Mayo tendrá un puño y una garganta menos entontando La Internacional, y no serán puño y voz cualquiera. Serán las de Rafael Pérez Fontano, las de casi un siglo de memoria de la lucha obrera, que se fue ayer en silencio, después de toda una vida pregonando los principios que defendió inquebrantable desde la infancia, la ideología que no perdió el rumbo a lo largo de décadas de porfías y cambios políticos. Calló, al final de una trayectoria que es referencia para muchos, una enfermedad que le fue minando por dentro, pero a la que no permitió manifestarse en el exterior hasta los últimos días. Calló después de toda una vida de proclamar a los cuatro vientos aquello en lo que creía, de lo político a lo cotidiano, de lo sindical a lo ideológico. Pérez Fontano fue un escritor infatigable. Hace apenas dos meses escribía la que sería la última poesía a Pablo Iglesias, porque, solía decir, «soy pablista y me debo a mi partido, no soy de nadie más. Yo pertenezco al mundo de los incorruptibles». Y en diciembre aún apareció una de sus cartas en Diario de León, un último mensaje que tenía en Victoriano Crémer su destinatario. «Este sufridor veterano viviente te valoriza desde aquellos tiempos represivos que padecimos durante la estancia en el penal de San Marcos...», le decía. El abuelo, como apodaban al hombre de canos cabellos, cejas y bigote sus compañeros del PSOE y de UGT, había nacido un 8 de octubre de 1920 en Santa Lucía de Gordón, aunque a los cuatro años se trasladó a Asturias. En octubre de 1934 se afilió a las Juventudes Socialistas Unificadas, después de que su padre y su hermano mayor fueran represaliados en la Revolución de Asturias. «A mi me enseñaron en la Casa del Pueblo de Pola de Lena que ser socialista o ugetista implicaba luchar de por vida por la emancipación de los trabajadores, las personas más necesitadas, que sufren y padecen, y la lucha de clases. Nunca se me habría ocurrido cobrar por prestar mis servicios políticos o sindicales. Nuestro único valor debería ser la ideología, nada de personalismos ni ostentación de cargos», explicaba en una entrevista. Participó en la Guerra Civil como miliciano y soldado republicano voluntario, y fue detenido en 1937 para iniciar un largo recorrido por cárceles y campos de concentración: Pola de Lena, la Modelo de Oviedo, La Cadellada, la Arenera, San Marcos en León, en Burgos, Zaragoza,... En 1938 fue incorporado al Batallón de Trabajadores 124 de la División del Cuerpo del Ejército Marroquí, hasta ser encarcelado de nuevo en Madrid. Fue puesto en libertad en 1940 para incorporarse al servicio militar en el Cuartel del Cid hasta 1944. Después trabajó en las minas y en Renfe, y logró terminar la Maestría Industrial en electricidad, para trabajar durante años como profesor de Prácticas y Tecnologías Eléctricas de la Escuela de Formación Profesional de Renfe. En 1976 formó parte del pleno constituyente de la Unón Provincial de UGT por el sindicato ferroviario, y durante años estuvo en la comisión ejecutiva provincial. Vivió la Transición al frente de UGT y como concejal en la primera legislatura del Ayuntamiento de León, con Gregorio Pérez de Lera, cuya prematura muerte no dejó de recordar ni un año. «...los que hemos conocido al hombre honesto, solidario, culto, amable y sencillo que anidaba en la persona de aquel nativo de Santa Lucía de Gordón no le olvidamos», decía en una de las últimas colaboraciones sobre él. Rafael Pérez Fontano recibió anoche en el Tanatorio de León un homenaje multitudinario en el que participaron Fermín Carnero; el secretario regional del PSOE, Ángel Villalba y los secretarios regional y provincial de UGT, Agustín Prieto y Arturo Fernández, en cuyo congreso de elección, el pasado mes de noviembre, pronunció un último discurso el histórico sindicalista. «En los últimos tiempos sufría, pero no decía nada. Vino al sindicato cada día hasta que se lo permitieron sus fuerzas; todavía en el último congreso en San Marcos le parecía mentira estar en un acto en el mismo lugar donde sufrió como preso», recordaba ayer emocionado Fernández. «Perdemos al abuelo de todos, y le recordaremos en todos los actos de UGT. Estará en nuestra memoria permanentemente». «La UGT ha resistido una guerra colonial, tres dictaduras y una terrible Guerra Civil. Ha sufrido el exilio, el escarnio, la traición y la masacre. Pero es la organización capaz de continuar luchando para garantizar la emancipación de los trabajadores», escribió el veterano sindicalista en una de sus últimas colaboraciones del Primero de Mayo. «La tarea de todo organismo democrático es luchar con fe y entrega en la emancipación del hombre» «Los veteranos de UGT advierten que todo sindicato debe estar por encima de la aportación hacia gestiones no sindicales, porque la aportación tiene que partir de la acción reivindicativa, para proteger y emancipar a la clase trabajadora, al obrero, nunca fomentar los patios de monipodio político a través de la UGT, como bien dejó definido Pablo Iglesias en 1905» «Para mí supone una gran satisfacción que el nieto del capitán Lozano llegue a ser presidente del Gobierno»

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