Diario de León

Valdeón ve el nexo en las Cortes del XIV, Merino se lo atribuye a Franco y Rubio a la Transición

Los historiadores discrepan sobre el momento en que Castilla se une a León

Critican el uso de la historia a medida, pero no coinciden en datos que se suponen científicos

Margarita Merino, Julio Valdeón, Ramón Prieto y Laureano Rubio, en un momento del debate de ayer

Margarita Merino, Julio Valdeón, Ramón Prieto y Laureano Rubio, en un momento del debate de ayer

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Juan Vázquez - león
León

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El debate sobre si la historia de León es una excusa o un soporte para su supuesta diferenciación de Castilla, además de tocar la fibra de muchos de los asistentes que anoche abarrotaron el Club de Prensa de Diario de León, sirvió para poner de manifiesto que la historia, como el resto de las humanidades, está lejos de poder considerarse como una ciencia exacta. Y es que Julio Valdeón, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid; Margarita Merino, profesora de la misma especialidad en el campus leonés, y el catedrático de Historia Moderna de León, Laureano Rubio, no consiguieron no ya ponerse de acuerdo, sino ni siquiera acercar posturas, en torno al momento histórico en que León y Castilla comenzaron a ser una realidad territorial y administrativa común, y eso que todos ellos apoyan sus tesis en argumentos supuestamente empíricos y por tanto no discutibles. Para todos está fuera de toda duda no obstante que León fue un reino muy anterior al de Castilla, al que ésta estaba supeditada, y de mayor importancia administrativa e histórica; este es un hecho que reconoció y explicó ampliamente incluso Julio Valdeón, de los tres ponentes el más convencido de la homogeneidad entre Castilla y León que incluso extendió a lo geográfico cuando dijo: «Cuando uno viene de tierras de Castilla a León, no ve una barrera específica que separe ambos territorios», frase que arrancó incluso algún abucheo de un público mayoritariamente muy convencido de lo contrario. Pero fuera de este punto de encuentro sobre la mayor importancia, solera y antigüedad del Reino de León, el resto fueron divergencias. Así, Margarita Merino hizo una defensa de la diferenciación del Reino de León durante toda la Edad Media, una exposición que basó en los mapas políticos de la época, los documentos originales en los que reyes supuestamente castellanos como Alfonso VII o Fernando I se titulan a sí mismos como reyes de León, o escudos heráldicos en los que monarcas como Ordoño III, Vermudo III, Alfonso VI, Alfonso IX o Fernando II se representan junto al símbolo del león en tronos o centros. En un salto de la Edad Media a la Contemporánea, Merino hizo una consideración, ésta sí, personal, según la cual la historiografía franquista ha tergiversado la historia de España al mimetizarla con la de Castilla, lo que a su juicio ha acabado por ningunear la historia de León. Defensa de una historia común En otra línea argumental, el catedrático vallisoletano Julio Valdeón, en una exposición valiente desde el momento en que jugaba fuera de casa y en un terreno que por algunos de los asistentes del público pudo antojarse incluso dialécticamente hostil, defendió la existencia de Castilla y León como unidad a partir del matrimonio entre Fernando I y Doña Sancha y después con Alfonso III de León y de Castilla, una unión que según sostiene se rompería para converger de nuevo en 1230, cuando Fernando III, nacido en León, hijo de rey de León y de madre castellana hereda ambos tronos. Valdeón ve el punto de no retorno de la historia común en la unificación de ambas Cortes, una unificación que se rompió brevemente en el siglo XIV, pero que se recuperó de inmediato por exigencia de los procuradores que representaban a las villas tanto leonesas como castellanas. Laureano Rubio aportó por su parte una visión basada en la historia moderna y defendió la pervivencia del Reino de León como realidad histórica, territorial y sociocultural hasta hoy en día, para lo que se refirió a peculiaridades leonesas como el Derecho Consuetudinario, los fueros de León y Benavente o el sistema administrativo de pedanías que se mantiene hoy en día. Rubio recordó que en las Cortes de Cádiz León tenía sus representantes y Castilla la Vieja los suyos, y atribuye la anulación de la historia leonesa a los reformadores liberales del XIX y a los políticos que diseñaron la autonomías actuales. «En la reforma del Estatuto, yo, en la medida que pueda, voy a hablar a los políticos y a intentar corregir los desafueros con León» MARGARITA TORRES «El atraer a tanta gente es porque detrás de este debate hay algo más que la mera explicación histórica» LAUREANO RUBIO «Cuando uno viene de tierras de Castilla a León, no ve una barrera específica que separe ambos territorios; simplemente no existe» JULIO VALDEÓN

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