La industria aboga por que se multe a quien compre en el top manta

La lucha frente a los delitos contra la propiedad intelectual evoluciona conforme a los movimientos del mercado, que ayer denunció en la capital leonesa su situación «crítica» mediante el análisis de unos indicadores que reflejan que en el último año se han producido unas pérdidas cercanas a los 1.000 millones de euros, con una caída del 32% en la música y el 17% en el cine a causa de la piratería, que ha cerrado alrededor de 800 establecimientos durante el transcurso del pasado año. Cifras todas en declive que impulsan a los representantes de las asociaciones de productores a exigir a los cuerpos de seguridad que trasladen «más allá su labor de investigación» y que «se identifique y sancione a los compradores, como pasa ya en Barcelona». Las conclusiones salen del seminario sobre delitos contra la propiedad intelectual en la industria musical, audiovisual y reprográfica, que durante dos jornadas reúne en León a más de 150 agentes de Policía Local, Nacional y de la Guardia Civil para disertar sobre los modos de actuación contra las redes, que «están perfectamente estructuradas y relacionadas con la financiación del terrorismo, el narcotráfico y la esclavitud a la que someten a las personas que son su soporte exterior en la calle, pese a que existe escasa alarma social», según definió José Manuel Tourné, director general de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP). Para aplacar el movimiento comercial de estas «mafias de la piratería intelectual», el director del departamento de investigación y prevención del fraude de los Productores de Música de España (Promusicae), José Luis Pérez, señaló como «fundamental el papel que juegan las policías locales» y ensalzó la «labor excepcional que se está desarrollando en toda la provincia y especialmente en la capital leonesa», donde su cuerpo de seguridad «realizó más intervenciones durante el pasado año que el resto de la comunidad». Los dos responsables de las asociaciones de lucha contra la piratería coincidieron en señalar la baja incidencia con respecto al resto del territorio nacional. «El mantero o mochilero tiene como principales enemigos la lluvia y el frío», señaló Tourné como argumentos para explicar la diferenciación, aunque no se olvidó de calificar como «lamentable que la cultura esté por los suelos en zonas como la Plaza de San Martín, la Plaza Mayor o la calle Ancha». El director general de FAP incidió en que «en estos momentos el mayor problema que existe es internet» y elevó su súplica para que «las ley sea adecuada para que se cuente con la colaboración de los operadores de servicios», que «invitan a la gente a que cometa una actividad ilícita con sus anuncios» y con los que anunció que «ya se ha solicitado una mesa de negociación», propiciada por los Ministerios de Industria y Cultura, para tratar esta problemática. «No podemos competir en precios con quien no paga impuestos, ni seguros sociales, ni declara ingresos al Estado», resolvió.