Los expertos no encuentran un apoyo jurídico para plantear hoy un León solo

«Es un doble salto mortal -reconoció el constitucionalista Carles Viver Pi-Sunyer- pero yo veo más fácil la reforma cuando la propia Constitución prevea el mecanismo para modificar territorialmente las comunidades autónomas». Y es que el ex-presidente del Tribunal Constitucional y director del Instituto de Estudios Autonómicos de la Generalitat de Catalunya considera que la vía más factible para una hipotética autonomía uniprovincial leonesa debería partir de lo que en principio supondría su negación con la reforma constitucional que se está planteando para que la Carta Magna incluya los nombres de las actuales comunidades autónomas. «Esto cerraría el mapa autonómico, pero entiendo que forzosamente si esta reforma se lleva a cabo, en la propia Constitución debería regularse el modo en que esta distribución se puede modificar», concluyó en su exposición dentro del debate sobre la reforma del Estatuto que organiza el Club de Prensa de Diario de León. En cualquier caso, Viver considera difícil que las cuatro reformas constitucionales que se están planteando, al margen de reconducir el Senado, vayan a salir adelante. Una visión de teoría jurídica Quien abordó la cuestión desde un aspecto más técnico fue la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de León Esther Seijas, que diferenciando la legitimidad de la cuestión de la pura legalidad, concluyó que desde el momento en que se aprobó el actual Estatuto de Autonomía de Castilla y León ya no pueden retomarse las vías originales de acceso a la autonomía. «Una vez impulsado el proceso autonómico se pierde la posibilidad de que León se constituya en una autonomía uniprovincial; la retroactividad queda absolutamente descartada», advirtió, aunque sí ve en cambio posibilidades de que el inminente proceso de reforma del Estatuto pueda ser aprovechado para dar respuesta a algunas aspiraciones leonesistas dentro de los límites de la Constitución y de la legalidad. Los auténticos retos del futuro Francisco Sosa Wagner, catedrático de Derecho Administrativo, columnista de Diario de León y protagonisma en la predefinición del Estado autonómico no quiso por su parte centrar su intervención en las cuestiones jurídicas sobre la cuestión territorial de Castilla y León, debate al que se refirió como «agobiante y muy pesado». Como alternativa, se refirió a los retos reales que deberá afrontar León, que a su juicio son la despoblación territorial, la degradación del sistema educativo y el consiguiente déficit de la investigación y el desarrollo tecnológico, y la necesidad de una Europa fuerte y cohesionada como única vía para afrontar los grandes retos que -advierte- llegan de la pujanza de Asia. La única posibilidad de supervivencia frente a estos retos debe ser, a juicio de Sosa, «un Estado fuerte, una región fuerte y unos municipios fuertes, capaces de hacer frente a los grandes poderes económicos multinacionales», dijo. Ante estos retos, Sosa no encuentra ninguna ventaja en degradar una autonomía como Castilla y León, que sobre todo por población, considera ya débil en exceso.