«Los empresarios deben liderar los proyectos para desarrollar León»

Aurelio Fernández preside la Asociación de Fontanería de la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) y se presenta a las elecciones a la Cámara de Comercio e Industria de León con el respaldo de una candidatura que representa a más de la mitad de las empresas del sector. Acude a la convocatoria ilusionado por la «revolución» que se ha producido en los últimos cuatro años en la forma de gestionar la institución, y que ha llevado a «acometer un programa muy interesante de reformas, que beneficia al conjunto de la provincia». Considera que los grupos empresariales fuertes que se han gestado León están contribuyendo al desarrollo, y asegura que es hora de dar un paso adelante. «Es el momento de exigir a través de la Cámara que se haga lo que la provincia necesita, y los empresarios debemos ser responsables y liderar estos proyectos». -¿Cuáles son los principales problemas que afronta la economía provincial, y cómo puede afrontarlos la Cámara? -Como leonés tengo los miedos generales sobre el futuro y el desarrollo de la provincia, especialmente en asuntos como el alto porcentaje de gente joven que la abandona porque no tiene expectativas laborales. Pero estos temores no deben llevarnos a tener una actitud negativa, sino a reflexionar y a buscar soluciones. Los nuevos grupos están demostrando que en León se pueden hacer cosas, y que no siempre son los políticos los que tienen que liderarlas. -¿Qué tipo de proyectos debería liderar la institución? -Los que ha puesto en marcha en el último mandato, por ejemplo. El recinto ferial es un escaparate fenomenal para la provincia, el desarrollo del aeropuerto, las comunicaciones dentro de la provincia y también con las autonomías vecinas,... Debemos ser parte importante del Noroeste español, y ese empeño lo está poniendo la Cámara. Los años de presidencia de Manuel Lamelas han sido rentables, pero el empresariado leonés debe apostar aún más por ser puntero, conocer hasta dónde se puede exigir y exigirlo. Y el resto, a lo mejor tenemos que ponerlo nosotros. Ahora hay una generación de empresarios interesantísima que ha despertado del letargo que vivía la provincia. -Y de cara al futuro, ¿qué aspectos deberán impulsarse? -Primero habrá que finalizar los proyectos en marcha, que son muy ambiciosos. Pero está claro que no se puede dejar de analizar las expectativas de futuro, es vital. -Uno de los principales logros de estas elecciones es la candidatura única entre las principales organizaciones empresariales. ¿Cómo valora este acuerdo? -La candidatura única demuestra que hay que pensar y saber qué es lo que hay que hacer, porque la desunión nunca ha sido buena, es la unión la que hace fuerte a una estructura económica. En estas organizaciones no podemos buscar los personalismos, hay que ir siempre al consenso. Nosotros no somos políticos, somos empresarios y podemos llegar a acuerdos siempre, como ahora con la candidatura única, aunque haya algunos sectores que presenten sus alternativas. -¿En qué aspectos ha incidido la Cámara de Comercio en estos últimos cuatro años, de cara a las pequeñas empresas? -Sobre todo en los campos de formación y exportación, dos de los retos básicos de las empresas leonesas. En el tema del comercio exterior, la Cámara ha sido un vínculo vital para las empresas que quieren exportar, el vehículo de transmisión directa entre las necesidades de estas empresas y los agentes exteriores. En cuanto a la formación, la institución lidera un importante proceso de crecimiento que deberá desarrollarse mucho más en este nuevo mandato. La mayoría de las empresas de la Cámara somos pymes y autónomos, y estos dos temas nos preocupan de manera especial. -Precisamente esta condición de microempresa coincide con la sensibilidad de muchas de las integrantes de esta institución, que en los últimos años han visto cómo se desarrollaban proyectos largamente demandados, como la ventanilla única. -Está claro que el sistema está funcionando, y también que los representantes en la Cámara tenemos que transmitir información por una doble vía: por un lado, llevar la oferta de la institución a todas las empresas de nuestros sectores; y por otro acercar las demandas de cada uno de esos sectores a los órganos directivos de la Cámara, para que los afronten. La institución es el puente entre las empresas y las administraciones, y debe ser cabecilla y puntera en demostrar cómo sacar el mejor rendimiento para estas empresas. -¿En qué ha cambiado la imagen de la Cámara en estos años? -Antes la gente no se sentía partícipe, pero ahora hay una revitalización, que será más visible cuando se finalicen los proyectos en marcha. Pero sobre todo hay que entender que el asociacionismo es una virtud, porque hablando se puede llegar a un entendimiento bueno para todos. No somos quijotes, pero el mundo camina en un sentido, el de la globalización, que tenemos que analizar y afrontar.