La iniciativa experimental, en colaboración con el Ecyl, se dirige a colectivos «vulnerables»
El programa Inserta de la Cruz Roja logra emplear al 50% de los participantes
El telemárketing es la principal salida laboral para muchas de las mujeres que fueron seleccionadas
Maite Arias y José Varela, de Cruz Roja, con el gerente provincial del Ecyl, Francisco Otazu
El actual ciclo del programa Inserta, que desarrolla la Cruz Roja Española en León en colaboración con el servicio público de empleo de la Junta, el Ecyl, no ha concluido todavía, pero ya ha conseguido que 60 de las 113 personas participantes difruten de un contrato laboral. Este programa experimental se desarrolla por segunda vez en la provincia, y la Cruz Roja tiene intención de solicitar un nuevo ciclo en la convocatoria que acaba de abrirse. Así lo explicó ayer el secretario provincial de la organización, José Varela, junto con el gerente del Ecyl en León, Francisco Javier Otazu. Otazu destacó el éxito de la convocatoria, que ha tenido un coste de 200.000 euros (de los que el Ecyl aporta 180.000 euros); así como los tres pilares básicos sobre los que se asienta esta iniciativa: «Orientación, formación e inserción laboral, que tratan de mejorar los índices de empleabilidad de colectivos con especiales dificultades». También indicó que el objetivo de inserción marcado inicialmente, del 37%, se había superado con creces. Según la responsable de Intervención Social de la Cruz Roja en León, Eva María Fernández, en la actual convocatoria del programa Inserta se presentaron 350 candidatos, que fueron seleccionados a través de test de aptitudes y entrevistas por parte del Ecyl, antes de entrar a formar parte del proyecto. Además de las 60 personas que ya están contratadas, la responsable de Cruz Roja confía en que se aumente el volumen de contratación del colectivo que finalmente participó en la iniciativa, de los que la mitad eran mujeres. En este proyecto participan todos los colectivos en peligro de exclusión social, desde los inmigrantes hasta las mujeres víctimas de la violencia de género, los discapacitados, mayores de 45 años, parados de larga duración, personas de baja formación o perceptores de la Renta Activa de Inserción, entre otros grupos. El objetivo último de este proyecto es aumentar la empleabilidad de personas con dificultad especial de acceso al mercado laboral.