Resalta los «53,5 millones del capítulo de inversión» frente a los gastos corrientes y de personal
Saurina aclara que el presupuesto sigue «el pulso inversor» de Mario Amilivia
Afirma que «plasma la sensibilidad del gobierno local hacia las reivindicaciones de los ciudadanos»
Los responsables de la redacción del presupuesto municipal hicieron ayer una primera valoración propia para resaltar que «es extraordinario, muy ambicioso y va a satisfacer las necesidades que la ciudad tiene»; al tiempo que pusieron «el acento en el capítulo inversor, que llegará a los 53,5 millones de euros». «Mantenemos el pulso inversor, que con Mario Amilivia siempre ha sido muy alto, independientemente de la condiciones», recordó el concejal de Economía y Hacienda, Francisco Saurina, quien expuso como «prueba el cambio que ha sufrida la ciudad desde 1995 hasta la actualidad», y citó que en esta ocasión «Bienestar Social contará con 1,5 millones; Comercio y Consumo, 500.000 euros; Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, 30 millones; Medio Ambiente, 5,5 millones; Cultura, 2,5 millones de euros; Deportes 3,3 millones; y Economía, 1,5 millones». El edil enfatizó la importancia de la inversión, «que plasma la sensibilidad del equipo de gobierno hacia las reivindicaciones de los ciudadanos», por encima de los capítulos más denostados por la oposición: personal, «en el que debido a la cantidad de servicios hace falta capital humano»; y gastos, donde «se ha reducido una partida de 450.000 euros tras negociar el precio del gasóleo». «Si el cataclismo existe, es que ya estaba entonces», recriminó Saurina a PSOE y UPL. Dentro del apartado de entradas de capital, el concejal descartó que «aumente la presión fiscal», al vez que aseguró que «el presupuesto supera la barrera de los 202 millones de euros por el establecimiento de medidas novedosas en la gestión de los ingresos, que son muy prácticas y ya han sido ensayadas en otro tipo de procedimientos», caso del «tratamiento de las unidades urbanas para poder incorporar los cobros del IBI en el ejercicio corriente» y «la tramitación de las licencias urbanísticas con la obligatoriedad del pago antes de su concesión, lo que posibilitará que haya una fuente de ingresos más regular para la tesorería».