El 20% de los ingresos en el Hospital están vinculados al abuso del alcohol

Hay dos razones fundamentales para la puesta en marcha de la unidad de alcoholismo crónico: constatar que el 20% de las hospitalizaciones del Hospital de León están vinculadas al alcohol y confirmar que el 70% de los hepatocarcinomas (tumores de hígado de los que se diagnostican una media de 25 anuales) provienen de la cirrosis alcohólica. Cotejar estos datos y otros similares que ponen de manifiesto la relevancia del problema llevó al Servicio de Medicina Interna del Hospital de León a poner en marcha, hace ya dos años, una unidad especializada. «Decidimos abordar el problema del alcoholismo por donde primero muestra su enfermedad, por el hígado», explica el doctor Juan Llor, responsable de la unidad hospitalaria. Así, en estos dos años han controlado ya 150 pacientes con graves problemas de salud vinculados al abuso de las bebidas alcohólicas. «Una cifra que es insignificante si tenemos en cuenta la importancia del problema y los datos de consumo de alcohol», explica el doctor. (Según las últimas estadísticas hasta un 28% de los leoneses consume alcohol de forma habitual). La unidad recibió la autorización de funcionamiento en febrero de 2004 por parte de la dirección del centro aunque ahora el deseo de los responsables de Medicina Interna es darle oficialidad para poder, de este modo, crecer y abrir el marco de actuación a cientos de nuevos pacientes. «Tal y como estamos podemos atender a los pacientes que llegan, pero nuestro deseo es abarcar más», indican Juan Llor y el doctor Muñoz, jefe del servicio de Medicina Interna. La consulta de hígado-alcohol, como se denomina la unidad de alcoholismo crónico del complejo asistencial, se marca un principal objetivo: «el cuidado de los enfermos». «Lo único que nos mueve es poder atender del mejor modo posible a los pacientes, coordinando todas las infraestructuras y mejorando todo lo que podamos. Nuestro objetivo es poner barreras que dificulten la progresión de la enfermedad», agrega Juan Llor. «El alcohólico, aún estando gravemente enfermo, puede funcionar muchos años sin presentar síntomas llamativos. Es una enfermedad con un gran componente silente y una evolución compleja que hace que en sólo tres meses se pueda dar un salto cualitativo tan importante que desde la posibilidad de recuperación total se pase a la de irreversibilidad», apunta Llor, responsable de la unidad. El abuso de alcohol es uno de los principales problemas sanitarios de cualquier país. «En España es la segunda causa de mortalidad (genera más de 20.000 muertes al año), provoca el 20% de las hospitalizaciones, el 15% de las urgencias, el 30% de los accidentes de tráfico, el 20% de las consultas psiquiátricas», resalta el doctor Juan Llor que lleva dos años especializándose en el tratamiento, desde Medicina Interna, de estos pacientes. «Es un problema de un calado inabarcable porque se puede decir además que el 80% de los consumidores de alcohol tienen conflictos familiares, el 20% de las muertes prematuras están vinculadas al alcoholismo que genera, de media, una pérdida de 15 años de expectiva de vida a los enfermos», concluye el facultativo. Coordinación con Primaria Realizar el diagnóstico precoz, valorar la evolución de la enfermedad, ofrecer tratamiento adecuado a ésta y protocolizar el seguimiento en coordinación con Atención Primaria y con el resto de los servicios del complejo asistencial son, a su juicio, elementos imprescindibles para poder prestar una atención de calidad. La colaboración con los centros de salud fue una de las primeras medidas adoptadas en la unidad. «Todos los ambulatorios grandes ya están colaborando con nosotros», indica Llor. El trabajo conjunto pasa por la detección de los pacientes con graves problemas de alcoholismo crónico que son derivados a la unidad; en el sentido contrario, el servicio hospitalario marca los protocolos de asistencia a los pacientes para que los médicos de cabecera puedan continuar con los tratamientos más eficaces. Además, es objetivo de la unidad «incentivar programas de formación sanitaria para actuar desde la prevención y el diagnóstico precoz del alcoholismo».