«¿Recetaría esto a mi madre?»

Loss complementos por prescripción farmacéutica responden al llamado «sistema de incentivación» dictado por las gerencias de la comunidad para primar a todos los profesionales. Dentro de la productividad individual para médicos de familia con plaza en equipos de atención primaria se establece, en función de alcanzar un determinado nivel en el índice sintético, y objetivo de calidad en historia clínica la incentivación individual con 2.600 euros. El complejo epígrafe índice sintético explica una compleja fórmula que se asegura es una combinación de indicadores de calidad/eficiencia. Premia, explica, el porcentaje de especialidades farmacéuticas genéricas y medicamentos con precio de referencia y penaliza el porcentaje de medicamentos recetados que se consideran novedades sin aportación terapéutica y la desviación en importe por persona ajustado por edad. Es decir castiga a los médicos que receten más de lo que según los estudios ha de consumir un paciente según la edad que tiene. Novedad terapéutica En cuanto a la novedad terapéutica responde a un listado de unos cincuenta fármacos que están legalizados y comercializados desde hace menos de tres años y que, según la administración, no presentan ninguna aportación respecto a otros más baratos y comunes. En esta lista negra aparecen antidepresivos, fármacos para el tratamiento de la úlcera gástrica y tratamientos para reducir los niveles de triglicéridos en sangre y tensión arterial de nueva generación. Detractores Los detractores de estos incentivos afirman que el médico debe hacerse una pregunta al prescribir, «¿Recetaría así a mi madre?». «Los usuarios tienen derecho a saber si su médico de cabecera está en el grupo de quienes están incentivados porque quizá no le está recetando lo correcto sino aquello que ayuda a mejorar sus índices de cara a esa incentivación», explicaba un usuario.