La recaudación del IBI servirá para aportar aire a la tesorería municipal

El concejal de Economía y Hacienda del consistorio, Francisco Javier Saurina, explicó que «los recursos del servicio municipalizado de Aguas, que forma parte del Ayuntamiento y de su presupuesto, si no se dedican a nada pueden ser utilizados», a la vez que adelantó que «los 4,5 millones serán reintegrados con la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el de Tracción Mecánica», que supondrán una entrada de capital de «38 millones de euros». El edil del PP, que detalló que «la administración pública no quiebra nunca», puso calma por las posibles suspicacias de peligro de pago de las nóminas y seguros sociales, que alcanzan «alrededor de 3,3 millones de euros al mes». Dentro del discurso financiero, Saurina afirmó que se siente «satisfecho porque la oposición se muestre inquieta», ya que denota que «las medidas que se van a poner en marcha dentro del plan de restricción del gasto entrañan cierta preocupación», y adelantó que «no son medidas de maquillaje sino que van a conseguir el ahorro en un doble sentido: en los consumibles y en la concienciación de que hay que optimizar los recursos». «Otros quisieron privatizar el servicio de Aguas», lanzó el responsable de las arcas municipales. La información reclamada por los grupos de la oposición «se les hará llegar en las próximas fechas», según comprometió Saurina, quien aseguró que le hubiera gustado que «a la salida del equipo de gobierno de UPL y PSOE hubieran dado, por ejemplo, la relación de pagos que se hicieron con los 14 millones de euros días antes de la moción de censura», al tiempo que describió que «la deuda bajó del 110% el día que se contabilizó la entrada de dinero por la venta de los terrenos del nuevo polígono urbanístico y al día siguiente volvió a subir, ya que se trata de una foto fija». El máximo responsable de Hacienda anunció que la liquidación no va a ser buena y se va a arreglar el maquillaje del 2004», mientras que avanzó que se llevará a cabo «una operación de refinanciación a largo plazo para dar aire a la tesorería» y se pondrá en marcha «una central de compras con los últimos avances tecnológicos para controlar el gasto y las contrataciones».