Más rápido implica más pronto

Los cinco centros hospitalarios de León que realizan artroscopias efectúan una media de entre doscientas y trescientas intervenciones anuales, un número que crece anualmente de forma espectacular. En España, según explicó ayer el presidente de la Asociación Española de Artroscopia, se efectúan entre 140.000 y 150.000 intervenciones cada año, el 70% de ellas de rodilla. No obstante, las intervenciones de hombro son las que más están creciendo y suponen ya un 17% del total. Los resultados que se obtienen son similares de los de cirugía abierta pero el desarrollo de nuevos materiales «facilita el diagnóstico y tratamiento. La artroscopia, desarrollada de forma espectacular desde los años ochenta, se utiliza para el diagnóstico y tratamiento de todas las articulaciones, mediante el empleo de un tubo de fibra óptica que se introduce en la zona dañada y que hace posible observar, en una pantalla, el interior de la cavidad articular. El acceso se realiza con incisiones mínimas de 2 o 3 milímetros en la zona afectada. A través de este corte se puede lavar, coser, extraer y trasplantar tejidos. Es esta incorporación de nuevas técnicas y la miniaturización del instrumental lo que permite ahora actuar sobre articulaciones cada vez más pequeñas de forma más efectiva y esta técnica se usa para hacer frente a lesiones de tobillo, muñeca o dedo que suponen entre un 2 y un 3% de las intervenciones totales. El presidente de la asociación de especialistas, el doctor Díaz Samada, aseguró que el tiempo de recuperación tras una intervención se reduce hasta en un 50% respecto a la cirugía convencional ya que un paciente intervenido así puede empezar la recuperar tres o cuatro días después de pasar por el quirófano y ésta dura de media 4 o 5 semanas frente a los tres o cuatro meses de las operaciones abiertas.