| Reportaje | Los deberes burocráticos |
Nuevos trámites para la trashumancia
La normativa exige a los rebaños disponer de un segundo código de explotación para acceder a los pastos de verano
Los rebaños que acostumbran a ponerse en marcha en esta época en busca de los pastos de verano, en la operación de trashumancia o de trasterminancia, caminarán este año sólo si cumplen con otro requisito burocrático: han de contar con un nuevo código de explotación en el lugar de destino. Los ganaderos no acaban de digerir esta nueva traba, que se une a los amplios perjuicios que denuncian en el sector que recurre cada mes de mayo o junio a esta práctica. La gestión del nuevo requisito implica que el propietario de la explotación de ovino que pasa los meses de verano en los pastos de montaña consiga un número denominado técnicamente «cea» que debe solicitar el propietario del terreno o los pastos de destino del rebaño. Generalmente se trata de juntas vecinales, u otros organismos públicos, que suelen tener derechos sobre los terrenos que aparece el ganado en la época estival. En la mayoría de los casos, la tramitación de este expediente, que ya no depende en exclusiva de que la explotación ovina cuente con todos los requisitos sanitarios en regla, retrasa el proceso del traslado de los rebaños a los puerto de montaña o a los valles de mitad de la provincia, que no será posible hasta que los ganaderos consigan el exigido código de explotación en el lugar de destino. La migración de los rebaños de ovino de aptitud cárnica puede afectar cada año a unas setenta mil ovejas de la provincia leonesa, que emprenden este recorrido ancestral con el objetivo de mejorar el resultado económico de la explotación. «Los pastos de verano son esenciales para sostener mínimamente los escasos beneficios que obtenemos por la venta del ganado; si nos quedáramos durante todo el año en la zona en la que pasamos el invierno tendríamos que triplicar el presupuesto que destinamos al alimento de las ovejas», expone un ganadero afectado que ya ha completado las gestiones necesarias para conseguir el código de explotación del puerto de montaña al que ha trasladado su rebaño en los últimos años. La provincia de León es también protagonista del paso de rebaños procedentes del sur de la península y de Extremadura que ocupan las tierras altas de la montaña. Este proceso se vio afectado la pasada primavera por la irrupción de la lengua azul, que obligó al Ministerio de Agricultura a adoptar medidas de prevención para evitar que la enfermedad se expandiera al paso de la trashumancia.