González no participará en las elecciones a Caja España por la falta de consenso

Confianza en la entidad, seriedad en la gestión, profesionalidad en los objetivos y paz en el consejo de administración. Esos son los logros con los que el presidente de Caja España se queda de su presencia en el máximo cargo de la entidad financiera, después de que anunciara ayer que no se presentará en ninguna candidatura a las elecciones por impositores, aprovechando la inauguración de la primera oficina que la caja con sede en León abre en la comunidad valenciana. «Mi tarjeta de presentación son mi trabajo y los resultados de la entidad», explicó un tranquilo Victorino González Ochoa, quien recordó que ha cumplido la promesa que hizo cuando accedió al cargo: «He sido, efectivamente, el presidente de todos. He dejado la huella de la clave empresarial en la gestión de la entidad, y unos objetivos claros en el Plan Estratégico que se están cumpliendo, y tienen su horizonte en el 2009. Si quieren seguir cumpliéndolos en el futuro, ahí están». Victorino González rechazó a través de estas declaraciones aceptar la invitación que hace una semana le hizo el candidato de la lista de consenso impulsada por los empresarios, Santos Llamas, que cuenta con el apoyo de partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones; mientras se negocia estos días la entrada de las agrupaciones que aún no han pactado su cuota de representación en los consejeros por los impositores en la asamblea y en el consejo de administración. Llamas le propuso participar en una candidatura en la que pretende «no excluir a nadie». Pero el todavía presidente de Caja España fue claro ayer: «No voy a integrarme en ninguna candidatura». Recordó que al acceder al cargo se comprometió a no presentarse a la reelección si no se daba una candidatura de consenso, «y esta no se ha dado». Logros en la presidencia González Ochoa hizo repaso a lo que considera los principales logros de su paso al frente de Caja España, que resumió: «He trabajado para la caja y con la gente de la caja; y se ha recuperado la confianza y la seriedad. Estoy totalmente satisfecho de lo conseguido». Recordó que desde enero del 2004 la entidad financiera había retomado el camino de la profesionalidad, e incluso en estos años se han superado los objetivos fijados. Recordó que su llegada a la presidencia se produjo en un momento de crisis institucional por los enfrentamientos en el consejo de administración, y que él se siente satisfecho de haber aunado voluntades. Aunque reconoce que la caja está politizada, rechaza hablar de traiciones políticas: «Respeto a todo el mundo como me gustaría que me respetaran a mi».