Los pantanos leoneses afrontan la curva descendente en sus reservas

La reserva de agua de Riaño soporta sueltas de más de 23 metros cúbicos por segundo frente a las entradas, modestas ya en estas fechas. Los ríos que vierten a este embalse de cabecera aportan ahora una cantidad de agua cuatro veces menor al registro de salida. De momento, la descarga resulta prácticamente imperceptible en el porcentaje de existencias del pantano del Esla, ayer al 90% de su capacidad. Aunque es esta presa la que lidera la pérdida de agua certificada esta semana entre los embalses que gestiona la CHD en la provincia leonesa. En Riaño la pérdida de reservas alcanza los diez millones de metros cúbicos, según el balance semanal actualizado por el organismo medio ambiental. La última variación, ya negativa, observaba la resta de casi seis hectómetros cúbicos en el agua embalsada. Pero la pérdida de reservas hídricas motivada por el incremento de la demanda de agua en los regadíos es perceptible en otras presas, donde se supone más complicado hacer frente a las previsiones de la campaña estival. Lejos aún del apogeo de gasto de agua que se produce cada verano, Barrios de Luna ha sufrido en los últimos días pérdidas de dos hectómetros cúbicos y medio. La reserva de agua del río Luna -que suelta cada segundo 10 metros cúbicos- alcanza el 72% de su capacidad, a más de 70 hectómetros cúbicos de distancia del registro que ofrecía el pasado año en la tercera semana de mayo. Un desequilibrio similar se observa en el Porma, en donde se registraban ayer 244 hectómetros cúbicos de agua reserva, medio centenar menos que en la primavera del 2005. El pantano de Boñar suelta nueve metros cúbicos por segundo, el doble de las entradas que registra y ha perdido tres millones de metros cúbicos. Así las cosas, el único incremento en la reserva lo tiene esta semana Villameca, con 200.000 metros cúbicos más.