El carbón ya no es la primera fuente de generación eléctrica, sino el gas

A lo largo del año pasado el sistema de generación eléctrica español contó con una aportación igual del carbón y del gas: un 28% en cada caso. Por primera vez el carbón cedía así su puesto de cabecera entre las fuentes energéticas que alimentan el sistema eléctrico nacional, y en el actual ejercicio se verá superado por el gas, que ocupará en los próximos años este primer puesto. Así lo destacó el presidente de Red Eléctrica Española (REE), Luis Atienza, ante la junta de accionistas de la compañía, que tuvo lugar en Madrid. Según los porcentajes de participación en la estructura del sistema, el carbón perdió en los últimos cinco años ocho puntos: si en el 2000 las centrales térmicas de este mineral aportaron un 36% de la electricidad generada en el país, el año pasado este porcentaje se redujo hasta el 28%. En el mismo periodo de tiempo la participación del gas creció un 250%, pasando del 8% al 28%, con una clara tendencia al crecimiento. A partir de este año será el gas la primera materia generadora de electricidad en España, seguida de momento del carbón, en proceso de declive. Por detrás está la energía nuclear, cuya participación en el sistema eléctrico español se redujo también en ocho puntos en el último quinquenio, al pasar del 30% al 22%. El difícil año hidráulico La generación hidráulica no tuvo en el 2005 su mejor año, y su participación en el sistema de generación se redujo desde el 2000 del 16 al 9%. También se redujo la aportación del fuel, que es de apenas un 3%. En cambio, las energías renovables siguen una senda de crecimiento. La energía eólica pasó en los últimos cinco años de una participación del 2% al 8%, y el resto de las generaciones incluidas en el régimen especial se duplicaron, aunque aún representan sólo el 2% del mix energético total. Ya el Gobierno, en su Planificación de los sectores de electricidad y gas 2002-2011, revisada el pasado mes de abril, advirtió que en la evolución energética del país el carbón seguiría su tendencia decreciente. En los próximos cinco años está previsto que su participación en la generación eléctrica se reduzca a una tasa media de algo más del 2% anual. Su consumo, advierten estas previsiones, seguirá concentrándose en los sectores de la siderurgia y el cemento.