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| Reportaje | Solidaridad sobre el terreno |

Sirenas con sonrisas

Un grupo de discapacitados intelectuales de Zamora que participa en un campamento de hipoterapia en la Fundación Carriegos visita el Parque de Bomberos de León

Uno de los jóvenes del grupo se exhibe con un traje ignífugo prestado por los bomberos

Publicado por
Elena Fernández - león
León

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La suerte quiso aliarse con los doce integrantes del campamento que la asociación Asprosub de Zamora desarrolla en la Fundación Carriegos, para que la tarde de visita al Parque de Bomberos de León no se viera interrumpida por ningún suceso o incidente que hubiera obligado a suspender una actividad de la que todos sus protagonistas quedaron más que satisfechos. Voces, risas y sirenas aportan la banda sonora a una película cargada de las emociones y sensaciones experimentadas por estas personas con mirada de niño, sea cual sea su edad, y por unos hombres que manifiestan con ellos una sensibilidad y afecto equiparables al arrojo y al valor que demuestran en el ejercicio diario de su profesión. El grupo es muy variopinto, tanto en la edad y características de sus integrantes, como en la relación de cada uno de ellos con su entorno. Monitores y voluntarios les acompañan y asisten de forma permanente estos días, como lo hacen en el resto del año en el Centro Asprosub ubicado en la localidad de Morales del Vino. La más joven en Marisol, de 19 años, y la más veterana, Rosalía, de 62. Son seis hombres y seis mujeres que padecen distintos grados de deficiencias intelectuales y que estos días disfrutan de una experiencia que les aleja de sus actividades ocupacionales y de formación habituales. De este modo, participan en uno de los campamentos que se celebran en las instalaciones de El Caserío (municipio de Valdevimbre), organizado por la Fundación Carriegos. Las sesiones de terapia ecuestre constituyen la parte fundamental del programa y sus beneficios son destacados por los monitores, quienes consideran «asombroso» los efectos que el contacto directo con los caballos tienen para estas personas, tanto en el aspecto físico como en su autoestima. Muchas iniciativas Pero el campamento también ofrece a los asistentes diversas iniciativas complementarias entre las que se encuentran visitas culturales, lúdicas y, como en esta ocasión, el compartir un tiempo con los bomberos; unos con experiencia ya en el trato con estas personas, como Juan Carlos, y otros como Jesús, habituados a la presencia de grupos de escolares o de mayores, pero novato en el contacto directo con estos «niños-adultos». Ellos, como otros compañeros que pudieron dedicar parte de su tiempo a la visita, supieron arrancarles sonrisas, miradas de admiración y, en definitiva, momentos de intensidad y disfrute. La visión de un primer camión y del traje ignífugo que recuerda al de un astronauta supuso el arranque de un recorrido que les llevó a conocer el nombre y el uso de la maquinaria y los objetos que acompañan a los bomberos.