Los pueblos presionarán contra la Ley de Montes sin el apoyo de la Diputación

El rechazo del PP a la moción socialista para que la Diputación exigiera a la Junta la retirada del anteproyecto de Ley de Montes llevará a las juntas vecinales leonesas a iniciar en solitario una batalla legal y medidas de presión contra ese articulado. Esta fue la primera reflexión del portavoz de los pedáneos y alcaldes que acudieron al Pleno provincial en el que esperaban encontrarse con el respaldo de la institución provincial en su oposición al proceso legislativo que prepara la Junta en materia forestal. «No nos vamos a quedar aquí; iniciaremos toda clase de medidas de presión, incluidas las judiciales; ahora, claro, sin el apoyo de la Diputación», indicó Aniceto López, representante también de una pedanía del Alto Sil. La propuesta socialista quedó anulada por la mayoría gubernamental que, por boca del diputado de Medio Ambiente, cuestionó por populista y demagógico el propósito de paralizar el anteproyecto de montes: «Tuvieron tiempo de hacer las alegaciones en su plazo; y entonces sólo hubo seis», dijo Cipriano Elías Martínez. El presidente de la Diputación, Javier García-Prieto, eligió un tono más conciliador para explicar el voto contrario del PP a la propuesta de repulsa a la ley que prepara la Junta: «Estoy seguro que su debate en las Cortes se hará con todas las garantías democráticas y de acuerdo con todos los intereses; en cualquier caso, tened presente que cualquier junta vecinal que se sienta perjudicada por esa ley encontrará en los servicios jurídicos de la Diputación el asesoramiento que necesite», recordó García-Prieto, antes de zanjar el debate a mano alzada. Los portavoces de PSOE y UPL se repartieron la batería de objeciones contra la Ley de Montes que pretende la Junta, a la que volvieron a tachar de «centralista, recaudadora, autoritaria e intervencionista», entre la amplia lista de adjetivos. Marcelo Alonso se aplicó en discernir lo que en el anteproyecto de ley beneficiaba a la Junta y lo que estaba de parte de los intereses de las pedanías leonesas. Y Luis Herrero Rubinat, en atacar la repetitiva intención de la junta de «hacer hucha en los pueblos leoneses». «Hay alarma social», insistió. La oposición defendió el derecho de debatir en ese escenario la normativa de montes «con el mismo derecho con el que ustedes trajeron a esta sala y pidieron que se tirara a la basura el Estatuto de Cataluña, y eso sí que no tenía nada que ver con León», dijo Alonso.