Amilivia apoya la propuesta de Amigos del Ferrocarril sobre la ubicación del museo en la estación
El alcalde de León, Mario Amilivia, apoya «plenamente» el planteamiento de la Asociación Leonesa de Amigos del Ferrocarril para que el Museo Ferroviario se ubique en la actual estación de clasificación (detrás de la factoría de Antibióticos), así como la conservación de la marquesina de la estación de Renfe y los terrenos anexos de la estación de clasificación para que alberguen también una escuela taller de restauración de trenes y demás materiales ferroviarios. El vicepresidente de esta asociación, Emilio Suárez, valoró de forma positiva este encuentro con el primer edil de la ciudad y destacó el compromiso de Mario Amilivia con su propuesta, que defenderá en el próximo consejo de administración de la sociedad León Alta Velocidad 2003. Asimismo, el alcalde de León y vicepresidente de la Sociedad León Alta Velocidad 2003, se comprometió a solicitar el 1% Cultural a los ministerios correspondientes para este proyecto y apoyar la constitución de una fundación para la ejecución de estos planes. Amilivia aseguró que el Ayuntamiento no concederá la licencia de obra en caso de prever el desguace de la marquesina en lugar de contemplar su traslado para desinstalación. Además, señaló que en el caso de que el Plan Regional de Ordenación Urbanística pida quitar la protección del edificio de la estación histórica de clasificación el Consistorio leonés no lo concederá. La asocición anunció este mismo mes que se irá de León si no se acepta la propuesta sobre la ubicación del museo ferroviarios, alegando que no disponen de otro lugar donde guardar el material que han restaurado. Los asociados denuncian que la propuesta de destrucción de la estación de clasificación supone también la desaparición de otros edificios e instalaciones, como el edificio de control, la aguada y el depósito del agua. Los responsables de la asociación denuncian que se impide la construcción del museo ferroviario por la construcción de edificios «cuando se podría integrar el patrimonio en los nuevos bloques». También se critica la destrucción de la marquesina en vez de desmontarla para incluirla en el museo.