La pista de los indicios
La mayoría de las veces es difícil que los padres tengan la certeza de que sus hijos sufren acoso escolar, pero siempre hay indicios y un Plan de Convivencia con el que se pueden prevenir estas situaciones
Descubrir que un hijo sufre acoso escolar puede ser una tarea difícil para sus padres, pero siempre hay indicios que alertan sobre esta situación. El psicólogo infantil del Centro de Psicología Conductual y orientador del centro concertado La Asunción, Miguel Ángel González Castañón, manifestó que «en estos casos lo primero que hay que hacer es ponerlo en conocimiento del tutor, quien se apoyará en las pautas recogidas en el Plan de Convivencia para poner freno a la situación». González Castañón incidió en que es fundamental no confundir el acoso escolar con una simple agresión. En este punto indicó que «el acoso, al igual que el fracaso escolar, siempre ha existido, pero la sociedad cada vez es más sensible y culta y fomenta el mayor bienestar de sus miembros, por lo que cuando aparece una situación de esta índole, se disparan las alarmas». Este experto indicó que los casos registrados en la comunidad autónoma responden a una cantidad razonable, e incluso más baja que en otras que están más desarrolladas económicamente. Para este experto en la materia «no es difícil catalogar estas conductas, pero espero que cada vez resulte más complicado localizar a un acosador, porque se trata de atajar lo antes posible». En estas situaciones, como en otras muchas, las medidas preventivas y la concienciación ciudadana contribuyen a minimizar el acoso escolar, a lo que se añade la sensibilización. Pero es vital no hacer la vista gorda ante un posible caso. El acosador suele ser fuerte, líder del grupo y cuyas bravuconadas son reforzadas por sus compañeros. El acosado, por lo general, es débil, con baja autoestima y pocas habilidades sociales.