«Por favor, mucha discreción»
Angelita Bajo, la madre de la víctima, guarda silencio en torno a la investigación y apela a la cautela para no entorpecer el caso
Trece años de sufrimiento son suficientes para saber que, cualquier gesto de indiscreción, puede echar a perder las mínimas esperanzas que todavía alberga de que, algún día, quien asesinara a su hija, acabe pagando el precio de su culpa. Angelita Bajo, la madre de María José, se negó en su día a cruzarse de brazos, pero no quiere que ahora, por airear en exceso el caso, el asunto vuelva a echarse a perder. «Solamente puedo decir que, a día de hoy, sé lo mismo que vosotros, y que si puede ser, me gustaría que no se publique nada, porque estamos ante una oportunidad única para que ésto no quede definitivamente olvidado». Angelita sostiene que hay un sospechoso en torno al cual, desde su punto de vista, todavía hay muchos interrogantes. «Si se esclarece el caso, puede ser que al culpable no lo encuentre muy lejos» manifestó el pasado mes de marzo del 2005, en una entrevista que concedió a este periódico. Ahora es momento de templanza. «Agradecemos el apoyo. Sólo queremos que no se eche a perder lo que hay».