Toxicología descarta que los pozos de Castrillo estén contaminados

La Fiscalía acaba de recibir el informe del instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid sobre la posible contaminación de las aguas de Castrillo de la Ribera tras el incendio de medio millón de neumáticos en un depósito supuestamente ilegal de la zona. El instituto concluye que «no existen parámetros» que indiquen que las aguas de los pozos próximos al lugar donde se desató el fuego el pasado diciembre están contaminadas o son insalubres para su consumo. Las muestras analizadas las había recogido el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil el 23 de diciembre del año pasado en la zona y se las remitió, posteriormente, a Toxicología, que acaba de finalizar su informe. Este es el tercer análisis que llega a manos del fiscal de caso, Javier Gutiérrez. Los otros dos, de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y del Seprona tampoco revelan que el agua o las tierras de labranza se hayan visto contaminadas en un grado alarmante por la acción del devastador incendio de las ruedas, que provocó una densa columna de humo negro visible hasta desde La Bañeza. Hasta ahora, y a falta de los informes de la Junta sobre la calidad del aire en Castrillo, sólo el Ayuntamiento de Villaturiel posee un docuemento médico sobre la incidencia en la salud de los humos y posibles contaminantes que aún sigue arrojando el vertedero. Informe médico El doctor de la zona, Antonio Martínez Llamas, ha constatado que los gases «suponen un peligro» para la salud de los residentes más cercanos al lugar del incendio. Es más, el responsable médico del municipio ha atendido a doce pacientes con síntomas parecidos de cefaleas, molestias oculares y respiratorias. «Esos síntomas -aclara- son típicos de una exposición a humos y gases que causan irritación y dolor de garganta, conjuntivitis más o menos pronunciadas y dolor de cabeza». Martínez Llamas puntualiza que esas dolencias las ha detectado en el mes de mayo, al hilo del informe que le encargó el Ayuntamiento al comprobar que el fuego seguía aún activo cinco meses después de iniciarse. También confirma que la mayoría de la población de la zona es de edad avanzada y, por tanto, más propensos a verse afectados por los humos de las ruedas. La recomendación a la docena de vecinos que han sufrido en sus salud las posibles consecuencias de los contaminantes es que no se acerquen al vertedero y se aíslen de la zona. El alcalde de Villaturiel, Valentín Martínez espera que las conclusiones de este informe sirvan para acreditar un delito ecológico. Caso atascado en los juzgados La vía judicial va lenta, ya que, de momento, ni siquiera está definido el juzgado que se encargará de investigar finalmente las consecuencias del incendio. Desde el pasado mes de febrero, el asunto, que acumula cientos de folios, rebota del juzgado de Instrucción número 3 al 4, por inhibición y tendrá que ser la Audiencia quien ponga orden.