OPINIÓN
Humo o realidad, con dueño
LA ELECCIÓN de los terrenos ha venido precedida de una intensa controversia, casi enfrentamiento, entre el PP y el PSOE. Aunque en ambos casos se esgrimen razones técnicas, la realidad es que son cuestiones políticas de fondo las que han provocado el desencuentro. El Inteco responde a un compromiso electoral de Rodríguez Zapatero, calificado persistentemente por el PP de «humo». Tras las elecciones generales de 2004, el Gobierno conformó un consorcio con la participación del Ministerio de Industria, la Junta, el Ayuntamiento de León, la Universidad, agrupaciones empresariales, etc. Un año después se pudo comprobar que este conglomerado no resultaba operativo y el Gobierno decidió cambiar el modelo. Había muchos recelos que se traducían en trabas. El propio ministro Montilla tampoco parecía muy entusiasmado con la idea y era público su interés por llevarse el proyecto a Cataluña. León ganará mucho con el próximo cese de Montilla. Zapatero zanjó la cuestión. El Consejo de Ministros creó una sociedad estatal, exclusivamente con capital público, con autonomía para desarrollar el proyecto. Esta ruptura fue tan drástica que incluso se optó por la compra de terrenos privados, a la sociedad Agelco en la Lastra, para evitar la intervención de otras administraciones. También se dijo entonces que el Gobierno pretendía favorecer a los promotores de viviendas de la Lastra con este asentamiento de alta tecnología. La Junta, tras unos meses fuera de juego, ofertó los terrenos de su Parque Tecnológico y afirmó no entender por qué razón el Gobierno prefería gastarse diez millones de euros (cifra exagerada, reducida en la realidad a 1,4 millones) en lugar de aceptar los terrenos que se le ofrecían gratis. Fuentes del PSOE han esgrimido desde entonces argumentos técnicos difícilmente creíbles, como la existencia de una mejor dotación tecnológica en La Lastra y otras supuestas ventajas. La clave que explica las auténticas razones la dió el aspirante socialista a recuperar la alcaldía de León, Francisco Fernández, no se sabe si por ingenuidad o porque ya estaba harto de que nadie dijera la verdad. Fernández dijo que el Gobierno quiere diferenciar claramente el Inteco de cualquier proyecto que ejecute la Junta, con el fin de que los ciudadanos diferencien con nitidez en el futuro el desarrollo del Instituto de la Comunicación de los proyectos que impulse la Junta en su Parque Tecnológico. Además, sostiene Fernández que cuantos menos participen, más agilidad se gana en el proceso administrativo. Las fuerzas sociales y económicas de León se han mantenido al margen de la polémica y han dicho en reiteradas ocasiones que lo que hace falta es que el Inteco funcione, que el gato cace ratones. Desde el punto de vista más partidario y electoral, Zapatero se juega con la fórmula elegida mucho más en este envite, porque efectivamente no podrá escudarse en otros si el proyecto fracasa. También desde el punto de vista partidario y electoral, la Junta seguramente no está preocupada. No asume riesgos. Si como insiste permanentemente el gobierno de la comunidad, todo es «humo», también los ciudadanos sabrán con mayor claridad a quién imputarle el fracaso que el PP pronostica.