Las redes europeas cubren 445 millones de población

Las primeras redes de vigilancia epidemiológica formadas por médicos de Atención Primaria surgieron en el Reino Unido en los años 50 y se extendieron en las siguientes décadas a países como Holanda o Bélgica. Los primeros trabajos conjuntos de estos grupos de trabajo no llegarían, no obstante, hasta treinta años más tarde. Es en los años ochenta cuando las redes de Atención Primaria comienzan a colaborar con un proyecto sobre analítica. Ya en los años 90, con presencia de la red española, se inicia el llamado estudio Eurosentinel en el que se realiza el primer inventario de redes centinela y se pone en común la información existente sobre el sarampión, rubéola y parotidis, enfermedades infecciosas prevenibles cuyo control internacional es esencial para su erradicación. Las redes internacionales ponen ahora especial énfasis en el estudio de las enfermedades emergentes, las de gran impacto y aquellas relacionadas con factores de riesgo o susceptibles de prevención. Diabetes, depresión, enfermedad coronaria, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, asma, enfermedades de transmisión por alimentos o agua o enfermedades de declaración obligatoria conforman el corpus de estudio de las redes de control. Los últimos estudios de las redes, financiados por la Unión Europea, abordaron temas como la diabetes y la varicela y fueron capaces de reunir datos de más de 20.000 casos. No obstante, el más completo estudio de las redes es el establecido para el control anual de la gripe ya que implica a 25 redes centinelas con la participación de 11.000 médicos generalistas de veintidós países y que cubren una población de más de 445 millones de personas. La Red de Médicos Centinelas de Castilla y León, pionera en España, nació en la primavera de 1989 con la participación de 127 médicos de cabecera de las nueve provincias. Hoy en día, tras la unión de varios pediatras al sistema de control, la red está formada por 165 facultativos, la red de epidemiólogos de la comunidad y personal técnicos y administrativo que monitorizan el estado de salud de más de 10.000 residentes en la comunidad, representantes del total de la población. En España funcionan redes similares en Aragón, Baleares, Valencia, el País Vasco, Extremadura, Madrid, Canarias, Navarra y Castilla-La Mancha.