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Coordinadora de la Unidad de Cirugía de la Epilepsia de Cataluña

«El riesgo de operar es menor que el de la crisis no controlada»

La realización de una intervención requiere un complejo estudio sobre la ubicación del inicio de las crisis epilépticas para determinar si la actuación puede generar un daño neurol

La doctora Mar Carreño, directora de la unidad de Epilepsia del Clínic

Publicado por
R. Martín - león
León

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La especialización en epilepsia y electroencefalografía por el Cleveland Clínic le ha servido a la doctora Mar Carreño para convertirse en una de las principales expertas en esta patología del país. Tras efectuar los estudios de Medicina en la Universidad de Navarra y especializarse en Neurología en la clínica de Pamplona, la doctora Carreño viajó a Estados para realizar esta «subespecialización». A la vuelta, explica, permaneció durante un año en la unidad de epilepsia del Hospital Niño Jesús de Madrid antes de incorporarse al Hospital Clínico de Barcelona donde dirige la unidad de epilepsia de adultos, donde desde hace diez años se realizan ya intervenciones quirúrgicas como un último paso en los tratamientos. _¿Todos los pacientes epilépticos que no responden al tratamiento farmacológico pueden ser intervenidos quirúrgicamente? _ Es necesario, previamente, realizar un estudio para determinar en qué zona del cerebro se inician las crisis, lo que llamamos el foco epileptógeno, y descartar que se trate de un área donde se puede generar un déficit neurológico grave. Para ello es necesario que el paciente se someta a un electroencefalograma registrado por vídeo durante una semana y otra serie de pruebas como resonancias magnéticas o pruebas de neuroimagen que confirman la ubicación exacta esa zona de inicio de la crisis. Si no existe riesgo de generar ese déficit se puede realizar la intervención. _¿Es la intervención el último paso en los tratamientos a estos pacientes? _Sí, sólo se considera la posibilidad de intervención quirúrgica en los pacientes que no responden a los tratamientos farmacológicos convencional, aproximadamente en un 30% del total de enfermos diagnosticados. _¿Hay que esperar hasta determinar que no hay respuesta? _No es necesario esperar a probar todos los fármacos. Se ha constatado que los pacientes que no responden a varios fármacos tienen altísimas posibilidades de no responder al resto de los existentes con lo que es necesario actuar cuanto antes porque las crisis que no responden a fármacos pueden tener graves consecuencias, como generar retraso mental en los pacientes que luego es irrecuperable. _¿Los riesgos de la intervención, no son demasiado altos? _Una vez que se determina que la zona donde se desencadenan las crisis no generará un déficit neurológico grave como afasia (pérdida del habla) o pérdida de la movilidad de algún área, los riesgos de la intervención son los que nos encontramos en cualquier intervención en el cerebro, hemorragia o infección; aunque los riesgos van a depender de cada paciente y de la ubicación del foco epiptógeno. No obstante, el riesgo de las crisis es mayor al riesgo de la intervención. _¿Todos los pacientes que no responden al tratamiento con fármaco son operables? _De los que nosotros estudiamos, remitidos por sus neurólogos como potenciales pacientes quirúrgicos apenas uno de cada cuatro son operables. _¿Podrán los pacientes de León acudir a la unidad que ahora coordina y que es referencia para Cataluña? _Por supuesto. La Unidad de Epilepsia del Hospital Clínico atiende a pacientes de muchas comunidades y los neurólogos de León conocen perfectamente lo que hacemos y nos han remitido ya pacientes para su tratamiento aquí. _¿Los niños son los que más pueden beneficiarse de la cirugía? _La cirugía es especialmente satisfactoria en niños, adolescentes y adultos jóvenes porque se produce un cambio en la calidad de vida que les permite reintegrarse a una vida normal. Además, la eliminación del foco permite reducir o eliminar las graves consecuencias que las crisis desencadenan.