Diario de León

Los técnicos han tomado las medidas oportunas para evitar cualquier inestabilidad del terreno

Inicia los trabajos la última tuneladora de la línea del AVE León-Asturias

Las obras, de 10,3 kilómetros de longitud, unirán los municipios de Telledo y Viadangos Una

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M. Fernández
León

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El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento, inició ayer los trabajos de la segunda de las tuneladoras que perforarán los Túneles de Pajares en el Principado de Asturias, dentro de la Línea de Alta Velocidad León-Asturias. Se trata de la quinta y última máquina que ejecutará los trabajos de excavación de estos dos túneles de 25 kilómetros de longitud cada uno de ellos que, cuando estén en servicio, se convertirán en los sextos más largos de Europa y los séptimos del mundo, informaron fuentes de Adif. En concreto esta tuneladora será la encargada de realizar el túnel oeste del Lote 4, de 10,3 kilómetros de longitud, que unirá los municipios de Telledo (Asturias) y Viadangos (León). La máquina fue fabricada en la empresa asturiana Duro Felguera, en Siero, por el consorcio formado por Mitsubishi-Robbins-Duro Felguera. Los trabajos comenzaron con el montaje del primer anillo. Esta operación consiste en la colocación de siete dovelas que se arriostran y cerchan entre sí con perfiles metálicos para evitar posibles movimientos ante el empuje de los gatos, a la vez que se fijan a la estructura de reacción para dar estabilidad al conjunto. Las operaciones continuarán con el montaje del resto de anillos, tarea que se realiza simultáneamente con el desplazamiento de la tuneladora hacia el frente del túnel que se encuentra a 42 metros del emboquille, una longitud que se ha excavado con métodos convencionales. Trabajos previos Previamente al inicio de los trabajos en este túnel y teniendo en cuenta los problemas de estabilidad del terreno que se han encontrado en el túnel del Lote 3 (situado a 50 metros de distancia), los técnicos de Adif decidieron realizar un tratamiento de refuerzo del terreno. Ante esta situación, se adoptó una serie de medidas de protección para no poner en riesgo la seguridad de los trabajadores y de la propia tuneladora, así como evitar que se produzcan inestabilidades en la ladera del emboquille con el consiguiente deterioro medioambiental. Estas medidas de protección consisten en la ejecución de un paraguas de 41 micropilotes de 25 metros de longitud cada uno de ellos, separados 40 centímetros entre sí, formado por barras de acero de 89 milímetros de diámetro y un espesor de 9 milímetros. Estos micropilotes se rellenan de mortero para formar una especie de visera de protección en la parte superior del terreno a excavar con la tuneladora. También, destaca la ejecución del camino de rodadura de la tuneladora hasta el frente del emboquille y la construcción de una cuna de desplazamiento de hormigón armado de 2,50 metros de espesor, geometría circular y con una longitud de 50 metros.

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