«Es una de las leyes que va a tener un mayor impacto en la igualdad»

-El sistema de dependencia va a requerir del 1% del PIB, lo que sin duda atraerá al sector privado. ¿Cómo se compatibiliza calidad de los servicios y ánimo de lucro? -Todos los centros y servicios del sistema nacional de dependencia tendrán que cumplir unos estándares de calidad. Y en ellos hay una parte muy importante que son los recursos humanos, en cuanto a titulación, formación y calidad en el empleo. Es un yacimiento de empleo muy importante y sobre todo para las mujeres, mayores de 45 años sin formación académica y que no han tenido empleo, aunque va a haber puestos muy diferentes: desde empleos de alta cualificación como geriatras, podólogos y fisioterapeutas... a enfermería, cuidadores, auxiliares... Va a ser una inversión muy eficiente y muy importante en los próximos ocho años. Va a generar empleo y actividad económica. Son 13.000 millones de euros, un gran esfuerzo para el Gobierno central, pero a cambio va a haber más protección social, más empleo y más actividad económica. -¿Se va a motivar a los hombres a trabajar en el ámbito de los cuidados? -Estamos hablando, estudiando con las asociaciones la forma de incentivar la presencia de los varones. Una sociedad integrada y que progresa tiene que tener representados los dos géneros tanto en el ámbito privado como el público. La ley va a tener impacto en las personas dependientes y en las familias, que podrán conciliar mejor su vida familiar y profesional. Es una de las leyes que va a tener un mayor impacto en la igualdad entre hombres y mujeres y que va a facilitar que muchas mujeres que hasta ahora no se habían planteado poder trabajar fuera de casa porque tenían que cuidar al abuelo, al padre, al hijo... lo van a poder hacer. Y en el caso de que elijan ser cuidadoras, al menos, van a ver reconocido su trabajo, con el alta en la seguridad social, formación y tiempos de respiro. Por tanto, va a suponer un cambio muy profundo. No es arriesgado hablar de revolución social.