El punto negro del Alto del Portillo se elimina el día 27 con una rotonda

El polémico cruce del Alto del Portillo será un recuerdo la próxima semana. Tras diecisiete años de reivindicaciones, los vecinos de la Sobarriba verán en unos días cómo la intersección de la N-601 con Golpejar, en la que se registran una veintena de accidentes al año, desaparece gracias a la puesta en marcha de una rotonda que distribuirá el tráfico en cinco direcciones. Las obras se adjudicaron por casi 1,2 millones de euros en mayo del 2005 y, tras un parón de casi seis meses, se reanudaron el pasado mes de enero y concluirán el próximo día 27. La nueva glorieta ya puede verse en el punto kilométrico 322 de la nacional que conecta León con Valladolid y posee un diámetro de 32 metros. Desde ella se puede acceder al Cerro Alto, donde se han construido más de 350 chalés, al polígono industrial de Arcahueja, a Valdefresno pueblo, donde se ubica la sede del Ayuntamiento, a la Sobarriba, a Las Lomas y a la N-601. Aunque la construcción de la rotonda parecía la solución más rápida y fácil para evitar las colisiones en una de las carreteras con mayor densidad de tráfico, lograr que la glorieta pasara del papel al terreno no ha sido fácil. Las primeras protestas se produjeron a finales de los ochenta, casi al mismo tiempo que las manifestaciones contra el cruce de la Ronda Este a la altura de la localidad de Villaobispo. Tras la primera víctima mortal se llegaron a recoger 3.000 firmas para exigir al entonces Ministerio de Obras Públicas que arreglara el acceso de Golpejar desde la N-601. La labor de Amparo Valcarce En esas fechas cobró protagonismo en la búsqueda de soluciones para ese punto negro la socialista Amparo Valcarce, que ocupa actualmente la secretaría de Estado de Asuntos Sociales. Valcarce llamó a la puerta del ministerio en numerosas ocasiones y denunció públicamente la mala situación del cruce, en el que arriesgaban su vida a diario decenas de conductores que tenían que atravesar la N-601, sobre todo, para dirigirse hacia el Ayuntamiento o Las Lomas. A veces, la afluencia de vehículos en ambas direcciones de la carretera León-Valladolid obligaba a esperar hasta un cuarto de hora en uno de los extremos antes de poder atravesar el vial. Las cifras de accidentes y la presión política y popular lograron que, al menos, el ministerio accediera a habilitar una solución intermedia. Sobre el terreno se construyó una media luna que no consiguió eliminar el riesgo de cruzar los dos carriles de la N-601 cuando se necesita entrar a la Sobarriba desde el Alto del Portillo, pero que, al menos, dejaba un espacio para que los vehículos aguardaran su turno para cruzar sin estar detenidos sobre la nacional. El empujón de Álvarez Cascos El ministro popular Francisco Álvarez Cascos rescató en el 2002 uno de los borradores que incorporaban la solución de la glorieta, elaborado por los socialistas. El proyecto se reformó en el 2003 y tras varias peticiones y escritos del alcalde de Valdefresno, Matías Robles, también del PP, las obras se pudieron adjudicar el 20 de julio del 2004. Las obras comenzaron casi un año después, en mayo.