Los forestales revelan que el helicóptero siniestrado data de la guerra de Vietnam

Los brigadistas contra incendios denuncian por enésima vez el mal estado de los helicópteros contratados por la Junta de Castilla y León. Tras el accidente del lunes en Mirantes de Luna, donde un Bell 212 se estrelló sin cauar heridas graves los tripulantes, los portavoces aseguraron que cuatro de los cinco helicópteros de la base aérea de León «no ofrecen garantías a sus tripulantes». El sindicato CGT advierte que salvo el aparato de Tabuyo, un Puma pagado por el Ministerio, el resto de la base aérea de León la componen autogiros con prestaciones limitadas». Del mismo modo indican que entre esos cuatro aparatos hay tres Bell 212 y un Bell 205. «El de Tabuyo es una aparato con más potencia, bastante bueno, y con más capacidad para tripular gente. No da muchos problemas. El resto, sin embargo, provoca que algunos de los brigadistas se nieguen a volar, sin ir más lejos el de Saechores ha dado tres o cuatro sustos a los brigadistas este año. El año pasado también tuvo que aterrizar en la carretera nada más salir de la base», sostiene José Antonio Rodríguez, delegado del sindicato CGT. Poca potencia, poca seguridad Los brigadistas denuncian que el principal problema reside en que la potencia de los aparatos se resiente a medida que su longevidad crece. No en vano aseguran que la mayoría e los aparatos cuentan con casi ocho lustros a sus espaldas. «La gente que vuela segura que están escasos de potencia, algo esencial a la hora de aterrizar y despegar, que son los momentos en los que existe mayor riesgo. El año pasado un Bell 212 estuvo a punto de precipitarse al pantano de Riaño. Le falló una turbina y tuvo que aterrizar de emergencia. Tienen problemas de mantenimiento, necesitan muchas reparaciones habitualmente. Como se comprenderá es normal que los forestales y las cuadrillas sean reticentes a montar en ese tipo de aparatos, sobre todo con la cantidad de percances que se vienen teniendo», concretó Luís Alberto Gómez, delegado del sindicato CGT. «En otras comunidades no se usan este tipo de aparatos, tan sólo en un par de ellas. Parece que las muertes son necesarias para tomar medidas. No las hubo en Sorribos de Alba y no las hubo en Mirantes de Luna el lunes, pero de seguir así... nadie sabe lo que puede pasar. Nosotros solicitamos que se cambien los helicópteros puesto que están dando muchísimos problemas», precisa José Antonio Rodríguez. La empresa encargada de la contrata es Heliduero, formada a su vez por otras tres secciones de las que una de ellas (Fasa), afincada en Córdoba y Sevilla, es la responsable de la contrata a la Junta. La CGT asegura que fueron empleados por los norteamericanos en la guerra de Vietnam y que éstos se los vendieron al ejército israelí para pasar después a manos de una empresa Chilena que los subcontrata a España. Los brigadistas solicitan que la Junta tome medidas. «Queremos que se rompa ese convenio y que los responsables sean conscientes del riesgo que implica utilizar esos aparatos. Pero sin embargo siguen contratando los mismos», concluyó Luis Alberto Gómez.