Diario de León

Ex senador por León

«Pude ser alcalde en el año 1983»

Jaime Lobo deja la vida laboral el mismo día que cumple setenta años, la mayoría de ellos ligados a la política y a los ciudadanos de León. Su agenda comienza de cero

Imagen tomada en 1982. Jaime Lobo, primero por la derecha

Imagen tomada en 1982. Jaime Lobo, primero por la derecha

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Guzmán González - león
León

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Camina sereno. Sostiene en el rostro esa sonrisa que sólo dibujan los niños tras confesar la travesura o los hombres de conciencia tranquila. Tras más de cuarenta años de vida política se antoja difícil, pero se adivina. Jaime Lobo se retira el día de su setenta cumpleaños. Senador por León, delegado del Gobierno, concejal, candidato a alcalde y más... Por la mañana acudió a despedir a sus colegas en la Junta y por la tarde atendía a este periodista. Dos cafés solos con hielo, una mesa, un cuaderno y sobre él la grabadora. -Feliz cumpleaños. -Gracias, si, hoy es mi cumpleaños. -Le traigo un regalo. - (Jaime recoge una carpeta con varias fotos y las ojea de una en una) ¡Vaya! De esta ya hace tiempo, si (sonríe). Fue en 1982. Aquí estamos José María Suárez, un Mario Amilivia muy jovencito y otros miembros del Alianza Popular, pero alguno de ellos murió ya. Y esta otra... ¡ah!, Esta es del año 1983, en la presentación en San Andrés del Rabanedo como candidato a la alcaldía. La cosa no salió del todo bien pero lo recuerdo con cariño. A ver qué más hay por aquí. Mira, esta es del año 2004, con José María Aznar, en la toma de posesión del cargo de delegado del Gobierno de Castilla-LaMancha. La verdad es que estuve poco tiempo porque después se perderían las elecciones, es una de las espinas que me quedan clavadas, no haber podido hacer algo más en ese cargo. Tenía mucha ilusión. -Y qué me dice de esta (En la imagen aparece Jaime trajeado cual hidalgo de La Mancha, peto y lanza incluida). -A esta le tengo especial cariño. Data del año pasado. Cuando con motivo de la celebración del aniversario de El Quijote me nombraron «caballero andante». -Hoy se retira. ¿Qué es lo que va echar más en falta? -El día a día, seguro. El cumplir con una agenda. Ahora mismo parto de cero no tengo agenda alguna (ríe). -No como cuando era senador, delegado del Gobierno o concejal... ¿De qué desempeño se siente más satisfecho? -(Serio) De lo que más satisfecho estoy es del paso por Ciudad Real como subdelegado del Gobierno y del que más insatisfecho me siento, porque no me dio tiempo prácticamente a nada es del de delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha. Me nombran en diciembre del 2003 y perdemos las elecciones en marzo del 2004. Eso fue realmente frustrante. Eso sí, en cuanto a mi trayectoria estoy completamente satisfecho y no tengo nada de lo que avergonzarme. -Y de lo que quiso y no pudo... -Salvo lo de Castilla-La Mancha y la aprobación de la Ley de Sedes por la cual las Cortes se afincaban en Valladolid en vez de en León... de nada creo. De todas formas yo voté en contra. -... de lo que pudo y no quiso. -No, en ese terreno nada he de achacarme. Tengo la conciencia tranquila. -¿Cómo anda de amigos y enemigos en la política? -(Ríe con fuerza) Bueno habrá que comprobarlo ahora porque cuando se ocupa un cargo los amigos salen por todas partes. Se supone que ahora se hará la criba. Y en cuanto a enemigos... diría que ninguno somos billetes de 500 euros para que nos quieran todos, esa es la verdad. Lo único enteramente cierto es que sin el apoyo de mi familia, de mis hijos y de mi mujer, no hubiera podido hacer frente a muchas adversidades. He de darles las gracias porque a ellos les supuso mucho sacrificio cambiar constantemente de ciudad para seguirme. -Hablemos de política y de León. Analíceme el León que cogió y el que deja. -Bien, creo que además del gran cambio social que ha tenido lugar hay que tener en cuenta una cosa y es que León no ha conseguido el peso político que merece social e históricamente. -Y en cuanto al Estatuto... -Yo soy de los que piensa que si el modelo de estado hay que cambiarlo, habrá que hacerlo por los procedimientos que establece la Constitución. Que el modelo elegido es un Estado Federal... pues habrá que preguntar a los ciudadanos qué es lo que quieren y explicarles en qué consiste, pero convertir en un Estado Federal o cuasifederal las distintas autonomías por la puerta falsa... no me parece coherente. -Usted como cofundador de Alianza Popular defendió en su día la autonomía de León. -Sí, y esos pudieron ser los momento más fuertes que he pasado como político. Salimos a la calle, pero fue UCD, el entonces partido hegemónico, el que medró y el que no quiso que León tuviera autonomía. De todas formas tras eso hubo muchas elecciones y los partidos que llevaban la idea de León como autonomía en sus programas no han recibido el respaldo de los ciudadanos. -Personalmente. El momento más difícil podría ser su negociación en la Diputación en la legislatura del 83. -Mi puesto de portavoz en la Diputación Provincial desde el año 1983 al 1987. Había una situación muy difícil en la Diputación. Era prácticamente ingobernable. Tuve que llegar a un acuerdo con el partido socialista y eso me acarreó problemas dentro de mi propia formación política. No estoy arrepentido, salió bien. De todas formas te voy ya decir una cosa, en el año 83, por circunstancias que se dieron, pude ser alcalde de León. Pero Fraga me llamó y me dio un toque para que dejara estar las cosas. Yo le dije que vale, de acuerdo, pero que me dejara animar un poco todo eso (Jaime estalla en una carcajada) -¿Y su partido? ¿Cree que después de ocupar el Gobierno por tantos años hacer oposición les está desgastando? -Hay que tener en cuenta que hacer oposición es muy difícil y que en cierto modo si que desgasta. De todas formas veo en Rajoy a un líder eficaz. Ya lo vimos hace poco en Ponferrada. -Usted pasó mucho tiempo en el Senado, once años si no me equivoco. ¿Qué me puede contar de esa cámara? -Que podría dar mucho más rendimiento. Que necesita una reforma. -¿En qué sentido? -Le faltan dos competencias que son las que dan fuerza política. En primer lugar, a pesar de ser la mitad de la soberanía nacional, no tiene la facultad de elegir al presidente del Gobierno; y en segundo lugar, carece del poder de censurar al presidente. Todo esto hace que sea una cámara en cierto modo inoperante e incluso estéril. -Para terminar. Cíteme alguna persona de las que se lleva un grato recuerdo. Dentro del mundo de la política claro. -José María Aznar, Fraga y por mencionar alguno del otro palo, (risas) José Bono.

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