Diario de León

| Reportaje | Julio de sequía |

Un verano con mucha sed

Por las tardes los habitantes de Ferral no podían ir al bar a tomar café porque no había agua para hacerlo. Tras casi un mes viviendo esta situación diariamente, el servicio ha vuelto a la normalidad

Los vecinos de Ferral discuten sobre el problema de los cortes de agua mientras toman café

Los vecinos de Ferral discuten sobre el problema de los cortes de agua mientras toman café

Publicado por
Maite González Bazal - ferral
León

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Son las cinco de tarde y un sol abrasador inunda todas las calles. Las terrazas de los bares de Ferral comienzan a llenarse de gente que se reúne para tomar un café después de comer en compañía de los amigos de toda la vida. Los más mayores buscan sillas a la sombra y comienzan las charlas. ?s el momento de hablar de los problemas del día a día, de las preocupaciones de cada uno. Es la hora de pasar a examen todo lo que acontece en el pueblo. En seguida, el tema de los cortes de agua que durante un mes llevan sufriendo todos los habitantes de Ferral se dibuja como el tema principal que provoca discusiones y comentarios. «Esto es un problema para el pueblo», asegura Blas García. Todas las tardes el mismo ritual: llenar bañeras, cubos de agua y jarras por si acaso. En el caso de los bares, la falta de agua hace que se complique el servicio a los clientes. No puede hacerse café por las tardes y los regentes de los mismos tienen que tener más vajilla limpia porque no pueden fregar los vasos durante cinco horas. En el corrillo se discute. ?ienen muy claro quiénes son los culpables. «La gente que riega es la que más gasta y claro, eso perjudica a todo el mundo». Discuten también sobre cómo llenan las piscinas particulares, sobre la procedencia de ese agua y sobre cómo afecta al consumo diario de los lugareños. ?l problema de la sequía es el siguiente tema de discusión. Se niegan a creer que en León no haya agua y hablan de un manantial que pasa por el pueblo y llega hasta Armunia que «podría abastecer hasta siete pueblos con un agua de muy buena calidad». Un pozo nuevo ?as soluciones son claras. Se necesita otro pozo nuevo porque «cada vez viene más gente a vivir aquí y hay que hacer un depósito con más capacidad» -aseguran los vecinos-. Consideran que «con otro pozo más se solucionaría el problema». Otro añade que «si hubiera dos pozo y otra bomba habría agua para todos los habitantes del pueblo y no tendría que haber más cortes». ?l corrillo sigue con la discusión un rato más, pero poco a poco la conversación va girando hasta otros temas. Es un día en el que han recuperado el agua por la tarde, en principio de manera indefinida, y, después de casi 30 días sin poder darse una ducha antes de cenar o llenarse un vaso de agua cuando aprieta la sed, la vuelta a la normalidad es algo que les alegra.

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