«Existe una persecución por parte de la consejería», entiende la UPA

Para la UPA, existen varias causas por las que los ganaderos dejaran en estos últimos diez años su actividad. detalló que una de las razones más importantes es la imposición administrativa y normativa de diferentes rangos (comunitarias y autonómicas) que se sufre de forma negativa y con presiones. Para esta organización sindical, otro de los factores con especial importancia «es la persecución que padecen tanto ganaderos como agricultores por parte de la consejería de Medio Ambiente, que en muchas ocasiones resulta absurda», después de que son sancionados «por el simple hecho de sacar estiércol de la explotación, así como plásticos, y neumáticos para sujetar cubiertas de forraje», según recoge Ical. «No entendemos por qué se dejan utilizar los neumáticos en los circuitos de velocidad de cualquier forma, y después para estos menesteres se impide y se sanciona», criticó Julio López. Otras causas que impiden, según UPA, la continuidad de los ganaderos en el mundo rural, son la obligatoriedad de contratar seguros agrarios (para vacas locas, retirada de cadáveres, responsabilidad civil o para ataques de lobos); a lo que se une la imposición de construir naves agrícolas y ganaderas en el exterior del casco urbano, y toda la presión sobre sanidad animal. «El trabajador debe pagar casi 60 euros a un veterinario para que éste firme un documento que rece que un determinado animal está totalmente sano». Todo, añade López, «provoca que un ganadero dedique dos terceras partes de su tiempo a papeleo administrativo y sólo un tercio del mismo, a los cuidados de su ganado».