La CHD cerrará el pantano del Luna para el regadío el 31 de agosto
La CHD mantiene la intención de cerrar el pantano del Luna para el servicio de regadío el último día de agosto, tal y como figuraba en las previsiones de los gestores de los recursos hídricos, que se realizaron en función de la escasez de reservas de agua que ha presentado este embalse desde el inicio de año. Ante estas circunstancia, la situación se va a agravar en los cultivos que dependen del sistema de riego del Luna. La comisión de desembalse decidió en marzo que esta presa leonesa podría llegar al otoño con el 8% de sus reservas totales. El embalse de Los Barrios de Luna retiene en este momento agua hasta el 20% de su capacidad. Cuando se cierre el ciclo del curto riego empleado por los agricultores del Órbigo y del Páramo, se habrán alcanzado los niveles mínimos establecidos por la CHD. El problema podría agravarse cuando lleguen a enfrentarse las posturas e intereses de los agricultores, en función de la localización y del tipo de cultivos. La remolacha puede necesitar de dos riegos más para lograr un desarrollo óptimo. Pero no habrá agua suficiente si se trata al resto de cultivos con el mismo criterio. La situación de las reservas de agua en la provincia leonesa comienza a agravarse conforme avanza el mes de agosto. Y eso a pesar de que en alguno de los sistemas ya se han aplicado recortes en la suelta de agua, debido al descenso de la demanda. Los problemas del trasvase Las dudas de los regantes leoneses se localizan también en torno a los riegos que dependen de Riaño. En recuerdo a lo que sucedió en septiembre del 2005, cuando la CHD eligió recortar agua a los regantes de León en favor del suministro a Valladolid y Palencia. «El camino que se sigue este año parece el mismo que sucedió el año pasado; ojalá nos equivoquemos, pero como mantengan este ritmo de desembalse superarán los límites de reserva establecidos para el final de campaña y en septiembre tendrán que recortar», prevén los regantes leoneses. En marzo que Riaño puede llegar a final de campaña con 160 hectómetros cúbicos de reserva, 140 menos de los que tiene ahora. Temor a las bajas temperaturas Las precipitaciones que cayeron ayer en la provincia de León se valoran de forma positiva desde el campo. Favorece la remolacha, la uva y los cultivos de maíz. Lo que se teme en el campo leonés es que a las lluvias le siga un descenso de temperaturas, que se acentúan en horario nocturno, y dé al traste con las buenas perspectivas.