Una bolsa sospechosa obliga a detener en Sahagún el tren a Madrid

El tren León-Madrid quedó retenido ayer tarde durante media hora, a la altura de Sahagún, a consecuencia de la aparición de una bolsa sospechosa que, según denunciaron algunos viajeros a la Guardia Civil, había sido abandonada de forma apresurada por un pasajero, circunstancia que sembró la alarma en el convoy, por entender que podía tratarse de un supuesto acto de carácter terrorista. Los hechos se produjeron en torno a las 17.15 horas. El convoy, integrado por dos vagones, se detuvo a la altura de la villa, alertado por varios pasajeros que habían contemplado como uno de los ocupantes del mismo, había abandonado de forma apresurada una de las bolsas de su equipaje, circunstancia que hizo sospechar de la posibilidad de que se tratase de un artefacto explosivo. La Guardia Civil revisó los efectos que quedaban en el vagón y pudocomprobar en pocos instantes que se trataba de una confusión. Según fuentes de la compañía, el problema radicó en un olvido, fruto de las prisas, que había tenido como protagonista a un viajero. Al tratar de efectuar un transbordo, para tomar el Talgo, se olvidó de parte de sus enseres, y dejó el vagón a toda prisa, dando lugar a que pareciese que se trataba de una huida. Desconectada La unidad ferroviaria afectada fue desconectada de la principal, y los viajeros fueron realojados en un sólo vagón, para proseguir con la marcha apenas media hora después. Siempre según fuentes de la compañía, que fueron consultadas por este periódico en la tarde de ayer, la otra unidad será ubicada en una cabeza de línea, para que de nuevo en las próximas horas, se pueda reincorporar de nuevo a la marcha normal, de tal forma que la llegada del convoy a su destino se produjo con un retraso mínimo. Doble composición El tren formaba una doble composición que suele ser la habitual en estos casos, y Renfe insistió en que la normalidad había imperado en todo momento, aunque según pudo comprobar este mismo periódico, en un primer momento se produjo un cierto nerviosismo en torno a la estación, si bien pronto se reestableció la normalidad y no hubo que lamentar mayores problemas. Los efectivos de la Guardia Civil desplazados a la zona confirmaron que, por fortuna, solamente se había tratado de un malentendido, y resolvieron la situación con normalidad. El tráfico siguió su curso normal durante el resto de la jornada, sin que hubiera que lamentar problemas mayores, más allá de lo que quedó en una simple anécdota.