«He trabajado en talleres con mejor material del que nosotros tenemos»

«Los guantes es la única prenda que se salva, se puede llegar a coger con la mano un tronco ardiendo para apartarlo», comentan los brigadistas; y es que tras comprobar los equipos, lo que funciona bien es noticia. Mientras lo lean tengan presente que se trata de las brigadas que más salidas realizaron el pasado año. Casco «Es más un casco de obra que de extinción. No transpira, y a las temperaturas que trabajamos se calienta muchísimo. El «cubrenucas» sólo lo usamos cuando es imprescindible y aún así hay compañeros que ni lo tocan. Son demasiado largos y se vuelan y giran, tapándote la cara». Gafas «Son de plástico, y el plástico y el calor no son buenos amigos. A veces se ablandan y se les cae el cristal de la montura. Dejan marcas en la cara que queman y duran varios días. Entre plástico y piel no hay ninguna protección». Mascarillas «Son de tela con una chapa en la nariz, como las que emplean los operarios de radial, por ejemplo, de usar y tirar; pero no las tiramos porque sino no nos traen otras, incluso tenemos que compartirlas. Nada nos separa de los gases tóxicos de la combustión excepto eso, y algunos tampoco la usan por ser precarias». Botas «El calzado es como la típica bota de militar, poco efectiva en el monte y muy rígida, las plantas de los pies se nos queman a menudo porque a pesar de tener un aislante en la suela, éste es muy malo. Tuvimos botas a prueba buenas, pero se las llevaron y no las hemos vuelto a ver. Algunos compañeros usan material propio. No hay tallas y tardan mucho en mandarlas. Tenemos que ponernos hasta tres pares de calcetines para que nos quede bien». Mono «Lo del mono es la leche. Dicen que es ignífugo pero en realidad es un baño ignífugo y con los lavados se va. Algunos monos, con sólo dos salidas, presentan quemaduras de 30 centímetros. No nos separan del calor y hay que tener en cuenta que nos exponemos a llamas que superan los 4 metros. Este mono no soporta el calor de una llama de medio metro durante más de 30 segundos. Algunos tenemos que separarnos del fuego para que se enfríen constantemente, con lo que se pierde un tiempo valiosísimo. Se supone que deberíamos tener dos monos, uno nuevo y otro viejo de emergencia, y en realidad tenemos uno reciclado de campañas anteriores y otro viejo, en ocasiones roto. Algunos tenemos que compartir mono por el estado en el que están y muchas veces no hay tallas». «Las mejoras de los equipos se están llevando a cabo desde el día 8 de agosto» EDUARDO FERNÁNDEZ Delegado territorial de la Junta