Los quioscos de León no tienen ya a la vista de los niños material pornográfico

Los quiosqueros de León han tomado medidas para proteger a los menores de la exhibición directa de material pronográfico. Algunos lo han elevado a una altura fuera de su alcance y otros han destinado una de sus estanterías sólo a este fin. El dueño de dos quioscos de León cuenta que hay que distinguir entre lo pornográfico y lo erótico por lo que ciertas revistas pueden estar al alcance de todos. Por otra parte, la propietaria del quiosco de la Inmaculada asegura que las medidas se deben tomar desde arriba y lo que se debería prohibir son las editoriales. «Si no quieren que se venda ese material que no lo distribuyan», según comenta. La dueña señala que no es la medida más urgente ya que por ejemplo ella tiene un niño de seis años y asegura que todavía no ha visto un canal de televisión cuyo contenido sea apto para él y la franja horaria que se ha establecido tampoco soluciona que el niño no vea las cosas que no tiene que ver. A su juicio los quioscos nos son el lugar donde más se provoca a los niños «porque por ejemplo en la playa hay mujeres que hacen topless o en los parques ves a jóvenes besándose», advierte. Por su parte el Kiosco de Roa de la Vega no sólo vende periódicos, revistas y chucherías sino también tiene un expendedor de películas. «El cliente tiene una clave hasta para acceder a las carátulas de películas pornográficas por lo que los menores ni lo ven», asegura Jaime Caunedo, propietario, quien también está de acuerdo con tomar medidas para la defensa de los niños a pesar de que en su época se pudiera ver ese tipo de contenido y no haberle afectado negativamente. «Ahora es cuando se ha tomado conciencia de lo que supone», exclama. La dueña de un establecimiento de Gran vía de San Marcos comparte la opinión de sus compañeros y está de acuerdo con las medidas y las pérdidas que pudieran suponer le dan igual «porque lo importante es la moral, el dinero sólo hace falta para vivir», según resalta ella quien tampoco encuentra diferencia entre los más pequeños de ahora con los de antes. Aunque hay otros del gremio en la capital que no se han visto afectados por la petición del Procurador del Común, Javier Amoedo, porque nunca han vendido publicaciones pornográficas.