«Los críos recurren antes a Internet que a los quioscos»

Los leoneses están de acuerdo con las medidas que están tomando para proteger a los menores de la exhibición directa de pornografía y además ofrecen alguna que otra solución más. La legislación vigente en Castilla y León en el tema de la protección a la infancia prohíbe la venta, alquiler y ofrecimiento a menores de vídeos, vídeojuegos u otro material audiovisual de contenido pornográfico, de apología de cualquier forma de delincuencia, de exaltación de la violencia o incitación a la misma. Muchas son las respuestas ofrecidas por los leoneses. Algunos opinan que la mejor solución sería que las publicaciones cuyo contenido sea de índole sexual se debería vender en establecimientos especializados como los sex-shops y ya no sólo por los pequeños de la casa sino por todos aquellos que no deseen verlo. Otros piensan que los quioscos no son el lugar donde más expuestos están los niños a la pornografía ya que tienen otros medios más cómodos como puede ser Internet o la televisión que están más a mano. En la capital se apela a que los tiempos pasados fueron mejores porque o no había publicaciones o que no contaban con tantas y que además eran más discretas. De hecho aseguran que entre cinco y diez años las cosas han cambiado muchísimo. Una opinión generalizada en León es que los niños de ahora están más espabilados y saben mucho más que sus padres a su edad por lo que no se les debe ayudar a saber más antes de tiempo y argumentan que en su época eran más ingenuos. Por el contrario, hay gente de a pie que opina que hay demasiadas leyes para proteger a los menores, que está bien pero en lugar de ayudarlos les perjudica. Los menores están en el punto de mira. «Las leyes no solucionan nada si no hubiera estaría mal pero con ellas no se está mejor». De hecho, afirman que es una forma de poner una pantalla sobre todo aquello que está mal para que parezca que está bien. Un argumento utilizado en la capital para criticar las medidas que se están efectuando es que hay una doble moral y la situación actual es complicada. En el lado opuesto se sitúan todos aquellos que piensan que a partir de las cosas pequeñas se pueden hacer las grandes. «Es más fácil actuar sobre lo pequeño y así poco a poco cambiar los grandes problemas», argumentaron.