Las entidades de extranjeros reconocen que no pueden ayudar a todos los que llegan a León
Las asociaciones de León han ayudado a regular su situación a 140 inmigrantes
Las organizaciones asesoran a los ilegales en todo los trámites necesarios para legalizar su situación
En León existen casi una decena de asociaciones de inmigrantes de diferentes países, que se reúnen con el fin de conocerse y ayudarse entre ellos para adaptarse a esta cultura, «extraña para ellos», aseguran los colectivos extranjeros. Aunque estas asociaciones no pueden regular la situación de todos los inmigrantes que acuden a sus locales, intentan asesorar a todos los que pueden en la búsqueda de trabajo y en cómo arreglar los papeles para legalizar su situación. Además algunos les buscan familia dónde acomodarse hasta que pueden adquirir un lugar en el que vivir. Lo primero que hacen estas organizaciones es buscarles trabajo para que así puedan regularizar su situación, aunque no pueden buscarles empleo a todos, como lamenta Máximo León, presidente de la Asociación Dominicana. «Nosotros no podemos legalizarles, pero si ayudarles en la búsqueda de empleo, aunque nos gustaría ayudar más pero hacemos todo lo que está a nuestro alcance». La ayuda ofrecida por estas organizaciones sigue en buscarles alojamiento, o al menos un lugar para dormir, que en muchos casos es el propio local de la organización, las que disponen de él, como afirma la presidente de la colonia cubano-leonesa, Marta Frederick: «Hasta el momento hemos ayudado a unos 20 o 30, pero no encontramos sitio para todos, por eso en muchas ocasiones, les dejamos una noches en el local de la organización». En esta asociación los irregulares pueden encontrar un gran apoyo legal dado que la presidenta es abogada especializada en este tipo de casos. La ayuda se hace muy difícil, en algunos casos, dado que no pueden darles todo lo que los irregulares soliciten. «Exigen cosas que no podemos darles, como la comida típica del país», apunta Mohamed Mustafá, presidente de la asociación de los inmigrantes senegaleses en León. Las asociaciones no llevan un censo de a quiénes ni a cuántos ayudan puesto que, algunas de ellas, todavía no están bien organizadas o se reúnen en bares por no disponer de un local para la asociación. «Tenemos muchas limitaciones para realizar las actividades propias de la organización así que, ayudar a cuantos llegan de modo irregular se convierte en una tarea muy difícil, porque no tenemos recursos para todos» argumenta Marcelo Amorín, presidente de la asociación Brasileña. La totalidad de las asociaciones reconoce que, aunque no puedan ayudar a todos, «hacemos lo que podemos, dentro de nuestros medios» puntualiza Mohamed.