Palencia pretende zanjar la polémica y unificar la gestión del mastín en León

Una sola sede oficial y un único libro genealógico para el mastín. Este es el objetivo de la Asociación Española del Perro Mastín Español -con sede actual en Palencia y antes en Madrid-, uno de los tres colectivos que en la actualidad controla la raza, dividida desde el pasado año en tres asociaciones desde que la Junta decidió otorgar a cada una su propio libro para evitar polémicas ante la petición por parte de todas de la exclusividad de su gestión. Desde entonces, la polémica por la división en la gestión del perro más emblemático de la provincia ha sido una constante que parece no tener fin y cuyas implicaciones políticas extienden ya la lucha a las propias instituciones leonesas. En un intento por acercar posturas y cerrar la pugna, el delegado para León y Zamora y miembro de la junta directiva de la asociación de Palenciacon, Juan Carlos López, propondrá a su colectivo que León sea la sede de la organización «en reconocimiento a la provincia vinculada a la historia pasada y presente del mastín». Además, la propuesta incluye la negociación con las otras dos asociaciones para unificar los tres libros genealógicos actuales en uno solo, con el objetivo de conseguir aunar la exclusividad de la gestión de la raza. En este sentido, López explica que en el caso de otros perros tan emblemáticos como el mastín, «el club oficial es quien lleva la tenencia de la raza, de una forma exclusiva y no la asociación canina que gestiona otras muchas razas». Una mano al diálogo La Asociación Española del Perro Mastín Español cuenta con alrededor de 800 socios (48 de León) entre criadores y aficionados y aglutina a más de 2.000 ejemplares. «La mayoría de los criadores de León son de nuestra asociación y no merece la pena seguir polemizando por un asunto sobre el que puede llegarse a un acuerdo sin caer en el terreno político», afirma López. Respecto a la denominación de la raza, el responsable de este colectivo manifiesta que «hoy por hoy se llama mastín español aunque aquí lo llamemos leonés». Subraya, no obstante, que todas las asociaciones podrían negociar el inicio de una lucha por conseguir que la denominación oficial sea mastín leonés. «Será una batalla larga». También López alude al daño que para la raza supone su división en tres libros genealógicos. «Contar con tres es una chapuza, además todavía están en pañales, porque lo que vale es su homologación con el Libro de Origen español».