En la capital, los árboles causaron destrozos notables
Fruto de la violencia con la que el viento se empleó en las copas de los árboles, uno de los plantados en el Paseo de Salamanca, terminó cediendo y cayó sobre la hilera de coches que se hallaban aparcados en la céntrica calle, provocando los daños que se aprecian en la imagen. La actuación de los Bomberos fue reiterada a lo largo de la tarde y de la noche, con numerosas llamadas para atender incidencias de estas características. En ninguno de los casos hubo que lamentar desgracias humanas de consideración, y todo quedó en los sustos habituales cada vez que se repiten estas inclemencias meteorológicas.