Demasiado tarde para León

El Plan Lácteo firmado por el Gobierno con las organizaciones agrarias es un buen plan... para las pequeñas explotaciones. Justo lo que ya no tiene León, que ha pasado de más de 15.000 explotaciones de leche a apenas 1.000 y la sangría parece no acabar. Los políticos comenzarán, ahora, a analizar el plan y tratarán de politizarlo, como siempre. La Junta seguro que no lo ve con buenos ojos y criticará al Gobierno y le acusará de favorecer a Galicia frente a León. Pero, sólo una pregunta: ¿Por qué no se apoyó al ganadero, al sector lácteo leonés, años atrás? León perdió el tren en los años 80 y se hundió en los 90 y nadie ni desde la Junta ni desde el Gobierno hizo nada por evitarlo; bueno sí se hizo algo: se dieron derechos de vacas nodrizas para que los ganaderos leoneses dejaran la leche. Claro que los ganaderos que quedan ahora, aquellos con mucha cuota, tienen su parte de razón al afirmar que el nuevo el Plan les perjudica. El Gobierno ha pretendido favorecer a los que menos tienen, a las pequeñas explotaciones, para que tengan más. Precisamente, de esas explotaciones es de lo que ya no queda en León. Así las cosas, el titular es claro: «El Plan llega demasiado tarde para esta provincia». Ahora es el momento de que los señores que mandan en esta comunidad respondan: ¿Por qué no se apoyó a la industria láctea para que se instalara en León? ¿Por qué no se evitó que Pascual se fuera para Lugo? ¿Dónde está la gran fábrica de yogures que anunció el hoy representante de la Feplac, José Antonio Herrero? La única verdad es que esta provincia produce la mayor parte de leche de la comunidad y no tiene ni una industria láctea; aquí sólo quedaron las queseras.