| Crónica | Desde Fuensaldaña |
Clamando en el desierto
El primer pleno del nuevo periodo de sesiones no pudo comenzar mejor. Total sintonía entre los dos grupos mayoritarios, PP y PSOE, en lo que a la reforma del Estatuto se refiere. Pero sólo hasta ahí
Que si un gran trabajo realizado, que si una gran participación, que si por fin Castilla y León se situará al nivel del resto de comunidades autónomas¿ Hasta Villalba, subrayó que, como leonés, también se sentía satisfecho con el texto estatuario que ayer inició su tramitación parlamentaria puesto que, por fin, se reconoce el papel de León en la constitución de la actual comunidad. Hasta ahí todo dentro del guión previsto. Lo que no se esperaba casi nadie es que los dos miembros del Grupo Mixto fueran a armar tanto revuelo antes incluso de que se inicien las verdaderas deliberaciones parlamentarias sobre el futuro Estatuto. Para empezar, Otero había distribuido en todos los escaños la propuesta de Estatuto alternativo de su partido antes incluso de empezar el pleno. Y como el que avisa no es traidor, una vez que le llegó el turno de usar la palabra, Otero desmenuzó todas las lagunas e incorrecciones que, en su opinión, tiene el texto consensuado entre PP y PSOE, pidiendo el apoyo a su propuesta a todos los procuradores del hemiciclo y especialmente a los que, desde ambos partidos, representan los intereses de León. Y es que, según Otero, los catorce procuradores por León piensan igual que él, «el problema es que no pueden decirlo porque se quedarían fuera de sus listas». Tras esta afirmación, y las esgrimidas por José María Rodríguez de Francisco, quien cuando menos habló de una reforma «perpetrada» para marginar, una vez más a la provincia, el debate acabó convirtiéndose en una especie de batalla histórico-filosófica entre León y Castilla. La cosa no hubiera pasado de ahí si el portavoz del grupo parlamentario popular, José Antonio de Santiago Juárez, no hubiera decidido atacar personalmente a Otero, instándole a acudir más asiduamente a las Cortes de Castilla y León, a lo que el interpelado respondió que a presencia, -parlamentaria se entiende-, no le gana nadie. Y si no, hagan cuentas señores, que lo mismo se sonroja más de uno. Tras el pre-debate estatutario, el «buen rollo» PP-PSOE se tornó en lo de siempre: vuelta el PSOE a la crítica contra la política urbanística y sanitaria de la Junta, fundamentalmente; y vuelta el Ejecutivo autonómico a lanzar la pelota a Madrid. En medio de todo eso, los dos miembros del Grupo Mixto se dedicaron a dar estopa a unos y otros, puesto que al fin y al cabo, y después de haber estado clamando en el desierto, ésa es una de sus escasas prerrogativas. Vamos, que lo que dijo De Francisco, qué iba a ser de estas Cortes si algún día llegara a fallar ese 2% que actualmente es el Grupo Mixto.