Del 65% de su capacidad de máximo que alcanzó a principios de abril ha caído hasta el 9%
El embalse de Luna sufre la peor sequía desde hace catorce años
En las últimas dos décadas sólo en 1987 y en 1992 vivieron un septiembre con menos reservas
Cuando todavía no ha concluido la primera quincena de septiembre, el embalse de Los Barrios de Luna atraviesa la peor sequía de los últimos catorce años y una de las más alarmantes de su historia, desde que fue construido en la década de los cincuenta del pasado siglo. En los últimos veinte años, únicamente en 1987 -con 16 hectómetros cúbicos contabilizados a finales de septiembre- y los 12,8 reflejados en la estadística del mismo mes de 1992 superan la sequía de este mes. El pantano cuenta actualmente con 28,2 hectómetros (el 9% de su capacidad y 20 menos que en el mismo momento del pasado año), aunque hay que tener en cuenta que aún no ha concluido el mes de septiembre, con lo que al final del periodo, si finalmente no llueve, podrá superar los escasos niveles de reserva de agua alcanzados durante los años 1992 y 1987. Durante esta campaña, el embalse llegó a su máxima capacidad a principios de abril con 240 hectómetros cúbicos, lo que supuso el 65% de los 308 totales del pantano. De este caudal con el que partió, aproximadamente 170 hectómetros han sido destinados al riego en las 52.000 hectáreas de regadío que cubre en la ribera del Órbigo y la zona del Páramo. Precisamente, la sequía obligó a adelantar un mes el cierre de la campaña de riego, que estaba previsto para el 30 de septiembre. Desde abril, otros alrededor de 36 hectómetros se han utilizado en abastecimiento de agua potable y en garantizar el caudal ecológico de los ríos de su área de influencia. La campaña alta de riego comenzó el 22 de junio, según explicó el presidente del Sindicato Central de Regantes de Barrios de Luna, Ángel González Quintanilla, aunque dijo que a principios de mayo se realizaron desembalses para atender las necesidades de cultivos como la remolacha o el cereal de invierno. Con un 85% de las 52.000 hectáreas regadas, el maíz supone el cultivo predominante en Órbigo y Páramo. La falta de más riegos, en principio, no dañará la campaña, tampoco las alubias y las patatas sufrirán. El problema reside en la remolacha.