| Reportaje | Un acuerdo digno |
¿Qué pasaría si se eliminaran los contratos temporales?
El 2005 dejó una cifra impactante en materia laboral: la media por cada puesto de trabajo anual fue de 20 contratos por empleo, reducido al mismo puesto y empresa o lugar de trabajo
La reforma laboral, puesta en marcha principios del pasado mes de julio, se concibe como un plan de choque para disminuir la temporalidad y evitar el encadenamiento de este tipo de contratos, un comodín común en muchas empresas españolas. De este modo, uno de los aspectos clave que recoge la reforma aprobada es que, aquellos trabajadores que sean contratados a partir del 15 de junio de este año, pasarán a ser fijos si, al cabo de 30 meses, han prestado servicios en un mismo puesto de trabajo o en la misma empresa, mediante dos o más contratos temporales. Un cambio considerable respecto a la legislación anterior, que permitía el encadenamiento de un número indeterminado de contratos temporales. Las bonificaciones Por otra parte, la reforma laboral establece la supresión de las bonificaciones por transformación de contratos inicialmente temporales o de duración determinada en indefinida, salvo que se trate de personas discapacitadas. Todo ello con una excepción, todos los contratos temporales formalizados antes del 1 de enero de 2006, que se transformen en indefinidos antes del próximo 1 de enero. Otra medida de la reforma para incentivar los contratos indefinidos es la reducción de la cuota empresarial por desempleo, que ha pasado del 6% al 5,75% el pasado 1 de julio, además de la cotización correspondiente al fondo de garantía social que ha sido reducido a la mitad y ha pasado del 0,4% al 0.2%, con posterioridad al 1 de julio. Todas estas medidas para un fin común: dejar a un lado la temporalidad.