«Ser castellano de ascendencia leonesa legitima mi propósito»

Mientras habla por un teléfono, le suena el otro. «Llevo un día tremendo, no lo sabes bien». Hay problemas implícitos a los cargos. Y eso que aún no ha debutado. «Tú inténtalo, que él es muy conciliador y muy amable, y seguro que hace un hueco para atenderte un ratito» le había explicado un instante antes su madre al periodista. Y así se hace. -¿Esta es una satisfacción con bandera castellana o leonesa? -En realidad, ser castellano de nacimiento con ascendencia leonesa me hace sentirme especialmente legitimado para acometer mis propósitos. Llevo quince años en Valladolid, pero mis padres son de León y de El Bierzo. Y como quiera que mi primera pretensión será vertebrar las fiscalías de la comunidad autónoma bajo un criterio único, pues perfecto. -¿Por dónde va a empezar a enfocar su trabajo? -Cuando aterrice en Burgos, que es lo primero que necesitaré, iré planificando. Quiero ser humilde y avanzar poco a poco. En temas concretos, me interesa entrar a fondo contra la prostitución, que es un problema muy extendido. Y después, tampoco hay que dejar de lado los asuntos de Medio Ambiente o los casos laborales. Con el crimen organizado, la verdad es que en esta comunidad tenemos menos problemas, si cabe, pero bueno, todo irá a su tiempo. -¿Su filosofía de trabajo? -Consenso y diálogo, por encima de todo. Creo que no hay que vencer, sino convencer. Hay un principio de independencia inherente a la justicia, pero creo que todo se puede conciliar debidamente. -Estaba trabajando en el accidente del tren que descarriló en Villada. ¿Y ahora? -Pues lo retomará el compañero que me sustituya, aunque en realidad, estaba aún en fase de instrucción. La justicia no se para porque haya cambios. -¿Había trabajado alguna vez con el presidente del TSJ, José Luis Concepción? -Fuimos compañeros de universidad en Barcelona, pero hasta ahora habíamos coincidido poco. Me parece bien que empecemos una etapa juntos. -¿Qué le dice a la fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Lourdes Rodríguez Rey? -Que siga trabajando como lo ha hecho hasta ahora, porque creo que está desempeñando una labor magnífica. Cuando las cosas están bien, no hace falta cambiar el método, creo yo. -¿Cuál es la felicitación que más ilusión le ha hecho de todas las que ha recibido en las últimas horas? -En un sentido o en otro, todas son agradables. Lo que pasa es que después de quince años de labor, la emoción casi te embarga, y cuesta un poco no llorar cuando ves la repercusión que ha tenido todo esto. -¿Se le verá pronto por León? -Por supuesto. Tengo mucho interés en visitar al Procurador del Común, porque Javier (Amoedo) es una persona muy especial para mí, y me llamó en seguida. Y también quiero visitar al general jefe de la Guardia Civil (Pedro Laguna) en cuanto pueda. -Lo de las visitas familiares ya es otro asunto... -Guardamos todavía una buena parte de la familia en León, y de hecho, un hermano de mi abuela fue director de Diario de León, ahora que celebráis el Centenario. Llegó al cargo con veinte años escasos, pero luego murió muy joven también, antes de llegar a los treinta. Y los padres de Nila (Farmacia Martín-Granizo) fueron mis padrinos, y les tengo a todos un cariño muy especial, la verdad.