Una Virgen rompe la rutina de los que viven entre barrotes

La virgen de la Merced es la patrona de todos aquellos que de una manera u otra están relacionados con los centros penitenciarios. Ayer fue su fiesta y en la prisión de Mansilla de las Mulas lo celebraron. A las 10.30 horas se disputaba la final de fútbol sala, fue un partido muy reñido que acabó con un 6-5 en el marcador dando la victoria al módulo 13 sobre el módulo 11. Los actos continuaron durante todo el día y por la tarde el grupo de teatro formado por reclusos representó una obra ante las atentas miradas de sus compañeros. Más tarde el grupo de música también participó en la orden del día e impartió un concierto. Cualquier día en la prisión comienza a las 07.45 horas, seguidamente, a las 08.00 horas recuento, de 08.00 a 08.30 horas limpieza de las celdas y zonas comúnes. Luego el desayuno hasta las 09.00 horas que es cuando comienzan las actividades que se reparten entre cursos, talleres y estudios. A las 13.00 horas la comida y después a la celda hasta las 16.00 horas que vuelven a salir hasta las 19.00 horas momento de la cena. A partir de las 20.30 horas es el cierre de celdas y ya hasta la mañana siguiente. Los cursos formativos de pintura, albañilería y jardinería tienen mucha aceptación entre los reclusos porque cuando los finalizan obtienen un certificado que les vale para buscar trabajo. Los más aplicados estudian, a través de la UNED, carreras universitarios entre las que destacan Periodismo y Derecho. A la hora de dividirlos en celdas y módulos se tiene en cuenta si son reincidentes en el delito o son primarios, si tienen familias desestructuradas o no y nivel de estudios. Se intenta no mezclar personas toxicómanas con los que hallan cometido un único delito y se hallan rehabilitado.