Sólo dos fotocopisterías de León pueden copiar obras con derecho de autor
Únicamente dos copisterías leonesas poseen la licencia que otorga el Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro), que autoriza la reproducción total o parcial de aquellas obras sujetas a derechos de autor. En concreto, todos los centros de la Universidad de León y de la Escuela de Arte de la capital son los únicos que cuentan con dicha autorización. A nivel autonómico, León se sitúa en el segundo puesto en lo relativo a centros con permiso para reproducir obras protegidas por derechos de autor, por detrás de Valladolid, que cuenta con 14 establecimientos. La vigilancia del respeto a los derechos intelectuales que ejerce Cedro tiene una función social. Así, esta organización es responsable de distribuir entre los autores y editores los derechos económicos que les corresponden por la utilización de sus obras. Sin duda, es la fotocopia el factor que más daño hace al sector del libro en cuanto a la vulneración de los derechos intelectuales. Según cifras del último estudio realizado por Cedro, en España se fotocopian cada año cerca de 3.500 millones de páginas de publicaciones protegidas por el derecho de autor, lo que equivale a 17,5 millones de libros. En su mayor parte, el material fotocopiado son libros, con un porcentaje que supera el 71%, seguidos de prensa y revistas. El ámbito de la educación acapara el 43,8 % de las páginas fotocopiadas anualmente. En las administraciones públicas se realiza el 22 % de las copias, más del 23% en empresas, mientras que a las copisterías tan solo corresponde el 8,9% del total fotocopiado. 1397124194 Las licencias Según ha precisado la presidenta de Cedro, Magdalena Vinent, «a la vista de quienes aglutinan las licencias, se puede percibir que donde hay más conciencia en cuanto a la reprografía ilegal en el ámbito universitario». Sin embargo, «hay un gran uso de la fotocopia en centros de enseñanza media e infantil. Es un problema que viene de abajo y que hay que ir concienciando acerca de que se puede necesitar un uso parcial, pero de forma legal», matiza. «La gente cree que cuando tiene un libro ya tiene derecho a hacer con él lo que sea, pero no puede reproducirlo», aclara la portavoz de Cedro.